En los medios se ha
comentado el enfrentamiento dialectico entre dos mujeres importantes en la vida
política de este país, y la forma distinta de afrontar el combate contra la
pandemia y sus consecuencias, tanto sanitarias como económicas.
Ambas comparten
responsabilidad política, y ambas son las máximas responsables políticas,
administrativas, y ejecutivas en su territorio geográfico respectivo.
Ambas difieren en
formación académica, en ideología, y, sobre todo, en el modelo elegido para
afrontar la grave crisis sanitaria que llevamos más de un año padeciendo y sus
consecuencias en la salud, tanto mental como física, y en el derrumbe de la
economía.
Me estoy
refiriendo, por si queda alguna duda, a Dña. Isabel Díaz Ayuso, reciente
brillante vencedora para continuar como Presidenta en la Comunidad Autónoma de
Madrid, y a Dña. Francina Armengol, Presidenta de la Comunidad Autónoma de les
Illes Balears.
Antes de entrar en
la controversia que las enfrenta, veamos someramente su trayectoria:
a)
Dña.
Francina Armengol Socias es continuadora de la tradición familiar ya que, al
igual que su padre, es farmacéutica de formación, y, también como su padre, que
fue Alcalde de Inca (su ciudad natal), se implicó en la política, comenzando
como edil en Inca, y, tras ocupar diferentes cargos orgánicos en su partido,
fue elegida como Presidenta de la C.A. de les Illes Balears en el año 2015, por
lo que se encuentra en su segundo mandato. Lidera una coalición del PSIB-PSOE
(su partido), UP, y MÉS (una coalición de izquierda, verde y nacionalista). No
ha mostrado nunca ambiciones de poder en el marco estatal, siempre se ha
mantenido políticamente en un ámbito local y autonómico.
b)
Dña.
Isabel Díaz Ayuso se licenció en Periodismo, y fue captada por el Sr. Casado
cuando este era Presidente de NN.GG. Su papel más destacado dentro del partido,
tras no salir elegida a la Asamblea de Madrid (adquirió el acta por renuncia de
los anteriores en la lista electoral), fue el de portavoz y mantenedora del
blog del perro Pecas. Tras los múltiples escándalos de todo tipo en el PP de la
Comunidad, fue elegida Candidata para Presidir esta comunidad en las elecciones
del año 2019, logrando ser investida en coalición con Cs, y con el apoyo
externo (pero imprescindible) del partido que, oficialmente, es el
representante de la extrema derecha. Recientemente, como he desarrollado exhaustivamente
en las ocho entregas de “El efecto Mariposa”, convocó elecciones anticipadas
que ganó de forma clamorosa. Toda su actuación como Presidenta y candidata se
ha basado en un enfrentamiento frontal contra el Ejecutivo central, como unos
ensayos generales con vistas a una campaña para pretender ser la candidata
indiscutible de su partido a la Presidencia del Gobierno de la nación. Durante
toda la campaña a la presidencia autonómica no ha hecho (ni falta que la ha
hecho) referencia alguna a las disposiciones y medidas de gobierno de su Comunidad.
Una vez conocida la trayectoria política de ambas,
vayamos a las declaraciones de ambas protagonistas.
La Sra. Armengol manifestó que todas las políticas
de sacrificios y restricciones en pro de la prevención de la propagación de la
pandemia de todas las CC.AA. se ven malogradas por las actuaciones y decisiones
tomadas en la Comunidad de Madrid, con su permisividad dentro del marco legal,
e, incluso, traspasándolas, y con sus constantes llamamientos en pro de una
libertad sin responsabilidad. Como consecuencia de esta actuación, países
emisores de turismo han dejado a todo el territorio español con el grado de
riesgo de Madrid, que es crítico. Obviando que hay territorios, como por
ejemplo les Illes Balears, cuyo grado de riesgo es bajo, y poniendo así en
riesgo la temporada turística de la que dependen muchos españoles, incluidos ciudadanos
de Madrid.
Por su parte, la Sra. Díaz Ayuso acusa al ejecutivo
balear de que con su política restrictiva ha causado la ruina a un numeroso colectivo
de restauradores.
No dejan de tener razón ambas políticas. Ahora bien
cabe preguntarse:
¿Qué solución es más beneficiosa para el interés
general, salvar vidas humanas o salvar bares y restaurantes? Las cifras de
contagiados, la presión hospitalaria, el número de casos acumulados, y las cifras
de fallecidos se pueden consultar ya que son muy significativos.
¿Qué es más importante para la economía nacional, que
los bares de Madrid puedan salvarse de la crisis generada por la pandemia, o
salvar la temporada turística que representa más del 12% del P.I.B?
Tan descabellada no debe ser esta última opción
cuando el resto de las CC.AA. regidas por el PP han optado por ella.
El ¿Presidente? del PP, mejor no decir nada, no sea
que se dé cuenta de que entre una y otros están haciéndole bambolear el sillón.