Hay personas a las
que les cuesta diferenciar entre los partidos de derecha y de izquierda,
especialmente por desinterés, o a causa de los coqueteos de los partidos
mayoritarios, en ambas tendencias, con el llamado centro. Tengo en este punto que
admitir que, a menudo, me cuesta diferenciar las posiciones ideológicas en la que
sitúan. Y que no es, precisamente, porque alguno de ellos escore hacia babor.
Afortunadamente,
hay diferencias en algunas cuestiones, en otras no tantas. En este escrito voy
a referirme básicamente a las posiciones que son notoriamente distintas.
Quizás, y aquí
puedo estar pecando de tendencioso, las diferencias procedan de que la Derecha
defiende intereses, y la Izquierda ideas. Aunque, si nos fijamos en algunos de
los grandes próceres de la Izquierda…
Veamos dos casos
recientes en los cuales a través del diferente proceder se pueden observar las
posturas de forma fehaciente:
Elecciones autonómicas en
Madrid.
Al anunciar su
candidatura, el Sr. Pablo iglesias indica que pretende una coalición con Más
Madrid sin condiciones previas de ningún tipo. La líder en Madrid de ese
partido dice que estudiará la propuesta. Nada más presentar públicamente el
vice Presidente del Gobierno su renuncia a este cargo, Más Madrid anuncia a
bombo y platillo que acudirá en solitario, y que, en modo alguno, irá en
coalición. No quiero juzgar a Más Madrid, creo que tendría razones lo
suficientemente poderosas como para enterrar cualquier posibilidad de que la Izquierda
alcanzara el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Pero no acaba ahí
la cosa. Nos falta la FSM-PSOE, que represento el más claro ejemplo de inanidad
política que recogen los anales. Tras haber pasado el inicio de la legislatura
en un plácido e intenso nirvana, no quisieron presentar una moción de censura que
tenía posibilidades de haber podido salir vencedora. Eso hubiese representado
tener que salir del “dolce far niente”, en el que estaban plácidamente
instalados, y ponerse a trabajar. Al final, y casi obligados por los
acontecimientos, presentaron a trámite el voto de censura. Con su presteza
habitual, lo presentaron tras el anuncio por parte de la Presidenta de la
disolución de la Asamblea, y, lógicamente, no prosperó y se abrió todo el
proceso electoral.
Elecciones que, por
si, debido a alguna extraña conjunción astral, hubiesen podido llegar a ganar,
y para evitar la más mínima y remota opción de triunfar, boicotearon,
dedicándose, más que a hacer campaña electoral, a anunciar que de ningún modo
formarían gobierno con su aliado natural, que ya lo era en el Gobierno de la
nación. Sin olvidar su vista política, al elegir como aliados a Cs, aún sin
contar con ellos. El que Cs no obtuviera representación ya no tiene ni
comentario sobre su olfato político.
Concentración-Aquelarre de la
Plaza de Colón.
Cómo cualquier excusa
es buena para atacar al Gobierno, la Derecha española, y no sólo la integrada
orgánicamente en los partidos, ha creado un clima de repulsa en contra de unos
más que probables indultos a los políticos implicados en el llamado “Proces”. Ese
clima resulta un tanto anómalo en un país que indultó a un General
golpista, bajo cuyo mando se secuestró a
los miembros del Congreso, que propició que los tanques salieran a la calle, y
no precisamente para salvaguardar la Ley y el orden constitucional. No fue
causa de escándalo tampoco que ese tipo de medida favoreciera a un Ex - ministro
y a un ex - Alto cargo, o a banqueros, políticos corruptos, por no citar a
policías torturadores, e, incluso, a traficantes de droga. Sin embargo, “los
españoles de bien” tenemos que estar soliviantados por la más que probable
concesión de medidas de gracia a unos políticos que contravinieron el citado
orden constitucional, sin arma, ni fuerza. Eso sí, eran catalanes y eso…
La derecha, desde
la extrema hasta la más desubicada, ha cerrado filas ante un tema al que creen
que pueden sacar provecho electoral. No les importa que PP y VOX, tras la diferencia
de resultados en Catalunya y Madrid se disputen la posición más extrema, o que
el Cs fuese laminado hasta dejarlo testimonial. El caso es que la Derecha
siempre ¡Prietas las filas!
No ha importado que
la Sra. Díaz Ayuso haya pedido que se viole la Constitución, esa que dicen amar
tanto. Cuando el clamor de “otros” (los que no son “buenos españoles”) ha
empezado resonar, la Derecha ha tenido una reacción muy tibia, en tanto que la
Sra. Díaz Ayuso (autora del dislate) haya intentado salir del atolladero
con unas declaraciones muy en su línea.
No podía faltar la incombustible
Rosa Diez, que quizás esté esperando que la declaren Papisa de El Palmar de
Troya.