Una vez pasadas las fechas vacacionales, El Periscopi vuelve a la publicación habitual, por tanto subiré otra vez mis escritos los sábados.
Espero que todos/as hayan pasado una feliz temporada
sábado, 7 de septiembre de 2013
martes, 27 de agosto de 2013
Entre la bota y el libro
A raíz del golpe militar en Egipto, me surgieron graves
dudas. ¿Sería posible que los militares pudieran ser la solución para algún
país? La respuesta, que creo que nos sale de dentro a todos es: no. Pero al
mismo tiempo, hay que reconocer que el Oriente Próximo aun estando tan cerca,
nos es muy extraño. Y en la misma zona, en Turquía, el Ejército, es la única
fuerza que mantiene dentro de unos límites, la condición de estado aconfesional
a pesar del partido del gobierno que es abiertamente confesional. Es cierto que
allí, como en todos los lugares, el islamismo, en estos años ha hecho grandes
avances y ha limitado en gran medida la laicidad del Estado.
Por tanto, a pesar de mi desconfianza hacia el estamento
militar como garantes de la democracia, ante la nueva situación en Egipto, me
quedaba una pequeña esperanza de que el golpe se derivara hacia un modelo turco,
aun no siendo un ejemplo de pureza democrática, y no al tradicional que imponen
la fuerzas armadas y que en nuestro país, sabemos cómo las han gastado.
Lamentablemente, ha aflorado lo peor del militarismo,
demostrando que son y han sido, los valederos de la dictadura de Mubarak y de
sus métodos, con el uso indiscriminado de la fuerza. Sembrando, como han hecho,
el terror jamás se pueden sentar las bases para ningún tipo de democracia, por
lo su discurso de establecer una nueva forma de gobernar, ha quedado
deslegitimado. ¿Podría haberse justificado de alguna manera su actuación de
haber ocurrido la brutal represión? Aquí es donde me surgen las dudas. Ya que
hay que tener en cuenta, que es un país con un índice de analfabetismo brutal,
con un integrismo religioso que domina todas las capas sociales especialmente
fuera de algunos círculos de las grandes ciudades y sin ninguna organización aparte
de los Hermanos Musulmanes y de la Milicia.
Los Hermanos Musulmanes, que a pesar de estar ilegalizados
por el Régimen de Mubarak, tenían presencia en las mezquitas, y lo que es más
importante, en todas las redes asistenciales, que habían creado gracias a las
generosas aportaciones de Arabia Saudí a todo lo que suene al islamismo más
radical y conservador.
Es cierto que los Hermanos Musulmanes ganaron por amplia
mayoría todas las elecciones. Es cierto que en la Plaza Tahrir, se exigieron
votaciones democráticas a la mayor celeridad. Es cierto que el pueblo egipcio
quería romper con la era Mubarak de forma inmediata. Pero, también es cierto
que ellos eran los únicos con una estructura orgánica capaz de afrontar unas
elecciones con la logística adecuada para poder ganarlas.
¿Hubiese sido mejor un periodo transicional, regido por un
gobierno de independientes, fomentando la creación de nuevos partidos y del
afianzamiento de aquellos que se habían
opuesto en mayor o menor grado al dictador?
De todos modos, lo terrible, es que quienes están pagando la
situación, son los de siempre: el pueblo. Unos por falta de formación, otros
por fanatismo, y la gran mayoría impotentes ante una situación que no han
creado. Sufriendo el caos económico que supone la falta de los ingresos procedentes
del desaparecido turismo, la mayor fuente de ingresos de un país que se
encuentra entre la bota militar que todo lo arrasa y los partidarios de
utilizar la interpretación más fanática de El Corán como elemento regulador de
la vida.
Publicado en El Periscopi el 26 08 2013
martes, 20 de agosto de 2013
Maravillado.
Aún hay margen para la democracia, pues si hay alguien en el
PP capaz de distinguir entre derecho y obligación, no todo está perdido. ¿Qué me
mueve a ser optimista? La constatación como verdad de un rumor que me llego
por Internet: ¡Hay alguien entre los dirigentes del P.P. que al menos en un
caso concreto, distingue entre lo que es un derecho de lo que es una
obligación!
Como el caso es verdaderamente increíble, y para que vean que
es verdad y no fruto de un desvarío causado por los calores de las fechas,
citaré el caso y la fuente: La Presidenta del PP en la Comunidad Autónoma de
Madrid, Dña. Esperanza Aguirre en su
blog oficial (www.esperanzaaguirre.org) y en la entrada del 30 07 2013 llamada: La oportunidad de Eurovegas dice textualmente: “… ir a un casino no va a ser
nunca obligatorio, y sí una decisión libre de personas adultas, que vendrán de
todas partes del mundo”.
De lo que se deduce que, al menos en algunos casos, es capaz
de distinguir entre derecho y deber; es decir: entre el derecho de ir al casino
como libertad personal, y la obligación que no se tiene de ir a dicho lugar.
Esto, aparentemente tan sencillo, es algo que les resulta de
todo punto imposible comprender al resto de la cúpula del partido del gobierno.
Me sabe mal tener que explicarlo por obvio, pero quizás
alguien del PP, lea este escrito y sea capaz de comprender la diferencia, como
ha hecho la Sra. Aguirre, entre derecho y deber. Así que permítanme poner unos
ejemplos claros y claros y que deberían estar al alcance de cualquier mente,
incluso de las obtusas y/o doctrinarias.
Se opusieron, y algunos aún se siguen oponiendo públicamente
a la ley del matrimonio homosexual. No les cabe en su cabeza, que la ley no
obliga a casarse con alguien del mismo sexo, solo autoriza: a que si dos
personas del mismo sexo quieren casarse, la ley no les discrimine, de
conformidad con la Constitución Española.
En el caso de la interrupción del embarazo. La ley actual no
obliga a ninguna mujer a interrumpir el periodo de gestación. La norma se
refiere a que existe el derecho a poder poner
fin al embarazo de conformidad con los casos y plazos que se especifican en la
citada ley.
Otro caso flagrante, es siguen sin enterarse, que las creencias
religiosas o la falta de ellas, es un derecho individual, pero no puede ni debe
ser una obligación para nadie. Pues bien se empeñan en llevar la religión a la
educación, así como en celebrar funerales católicos en los casos de siniestros
colectivos, sin respetar que esta país es un estado aconfesional e ignorando
las creencias personales de las víctimas. Confundiendo el derecho de optar por
los ritos y creencias de la religión católica con la obligación de tener que
aceptarlos
¿Se extraña alguien que esté maravillado al descubrir que
alguien en el PP, concretamente la Sra. Aguirre, sepa distinguir ente derecho y
obligación?
Publicado en El Periscopi el 19 08 2013
martes, 13 de agosto de 2013
¿En manos de quién estamos? II
Por si queda alguna duda de la calaña de quienes son la gente que no dirige, pondré
tres pequeños ejemplos
a)
Ante
el anuncio del Defensor del pueblo Catalán, D. Rafael Ribo, que aseguraba que
habían 50.000 niños catalanes que no reciben la alimentación adecuada, el sr. Rafael
Hernando, portavoz adjunto del partido del gobierno en el parlamento, achacó la
situación a la falta de responsabilidad de los padres. Yo me pregunto ¿esa
falta de responsabilidad cuál es? ¿no ser dirigente del PP para poder cobrar
sobres en negro? ¿no haber sido directivo de una Caja de Ahorros para que tras
arruinarla cobrar indemnizaciones astronómicas? ¿no especular y sobornar a
políticos?
b)
Manuel
González Capón (lo suyo es tan repugnante que le apeo el tratamiento) Alcalde
del PP en Baralla (Lugo) dijo: “os
mortos do franquismo será que o merecían”. Sin que ningún dirigente del PP,
le haya descalificado ni pedido su renuncia. Por toda disculpa, este individuo,
solo ha sido capaz de farfullar algo que
asemeja a una excusa borbónica
c)
Y
un clásico. Al igual que en tiempos de sus mentores políticos, los franquista.
Cuando se ven acorralados, cuando las recetas para salir de la crisis solo han
servido para agravarla, cuando la marea de
corrupción arrasa los más altos estamentos del Gobierno y del Estado,
cuando han perdido cualquier atisbo de credibilidad e incluso de legitimidad, quienes
nos gobierna sacan el nacionalismo más rancio y trasnochado y emprenden la
campaña de: Gibraltar Español. Con la unidad sagrada de la patria como
estandarte y lanzando acusaciones a la
Pérfida Albión. Si hay agravios o irregularidades con la Administración del
peñón, el Tribunal Internacional, está en disposición de emitir su dictamen
ante cualquier reclamación justificada. Pero que a estas alturas vuelvan a
intentar colarnos el patrioterismo para disimular sus mentiras, incumplimientos
y corrupciones es intolerable
Ante esto, y mucho más, al ver de una
encuesta de TNS Demoscopia en las que dan como ganador, en unas supuestas
elecciones a celebrar en estas fechas, al PP con un 30% del total de los votos,
no puedo menos que hacerme las
siguientes preguntas ¿tantos
irresponsables capaces de dar el voto a los mismos? ¿tantos masoquistas que
pretenden seguir siendo engañados, estafados y desposeídos de sus derechos a la
salud a la sanidad y aun trabajo digno?
Publicado en El Periscopi el 10 07 2013
martes, 6 de agosto de 2013
¿En manos de quién
estamos?
Leyendo la prensa, oyendo la radio o viendo la televisión,
uno no puede menos que preguntarse ¿A quién hemos votado? ¿En manos de quién
pusimos la confianza para gobernar?
Y aquí, no se libra nadie, desde el Jefe del Estado, que de
confesar que no tenía recursos económicos ha pasado a poderse permitir que le inviten a
cacerías de elefantes.
Si continuamos con la última instancia legislativa, el
Tribunal Constitucional, nos encontramos con que su Presidente es, o era ya que
se dio de baja para que no se le viese demasiado el plumero, militante de un Partido Político, con una ideología y una disciplina de voto. Esta persona,
no ha infringido ninguna ley, pero sólo el hecho de haber ocultado su
afiliación, demuestra su índole ética. No pretendo que los jueces sean
espíritus puros sin ideología, pero al menos no deberían mantener una
disciplina de partido.
Vayamos ahora con el Presidente del Ejecutivo. Un ser que
tiene la desfachatez de personarse ante los representes del pueblo, a contar su verdad y no la verdad, que ante las graves acusaciones de alguien muy cercano a
él, mantuvo la técnica del avestruz, esperando
que al eludir nombrar a su acusador y no hablar del asunto todo se olvidaría.
Que solo accede a comparecer cuando la prensa
mundial, alguna tan poco sospechosa de izquierdismo como The Economist,
manifiesta que es imprescindible que vaya al Parlamento y se explique. Cuando
al fin aparece, no reconoce culpa alguna, se limita a una excusa del tipo
“borbónico”. Un demócrata, cuando comete un error de ese tipo, suponiendo que
sea un error, por dignidad personal presenta su dimisión irrevocable. Claro,
que para eso se debe tener dignidad
Y en cuanto a sus ministros, hay para hablar y no parar
¿Empezamos por Ana Mato? Alguien que quiere sacar de la lista de mujeres maltratadas
a aquellas cuyas heridas no requieran hospitalización superior a un día. Alega
la dificultad para su contabilización; causa muy significativa para alguien como
ella, que no sabía contar los coches que tenía en su garaje.
¿Seguimos con el Sr. Gallardón? Un Ministro de justicia que
alega en contra de la situación de la legislación del aborto los problemas
morales dimanantes de sus convicciones religiosas ¿Y qué decir del inefable Sr.
Wert? Empecinado en que la religión (católica por supuesto) tenga peso
curricular en los estudios. Ambos mantienen esa posición integrista, mientras
el Papa, habla de la necesidad del laicismo de Estado.
Por no citar a la Ministra de fomento. Esta ministra, que ya
debería haber dicho algo verdadero sobre las causas del accidente de tren de
Santiago, y no responsabilizar exclusivamente al maquinista. Si como se
pretende demostrar, todo depende de la atención del factor humano, ¿Puede
suceder otra tragedia de este calado si el conductor sufre un desvanecimiento?
Esto preocupa, tanto más, cuando se ha
sabido que para que Rajoy pudiese hacerse “la foto” tras los escándalos
haciendo algo, no dudó en autorizar la puesta en marcha del AVE a Alicante sin
estar operativos los medios de seguridad.
Ante este cúmulo de disparates, repito ¿En manos de quién
estamos?
Publicado en El Periscopi el 05 07 2013
martes, 30 de julio de 2013
Es una forma de mirarlo
No digo que
no tengan razón, pero la forma en que los miembros del P.P. (no solo los
activos, también los que fueron algo en esa organización) ven las resoluciones
judiciales, difieren de la mía.
Soy de los
que creen que, ante una situación presuntamente delictiva, hay éticamente dos
posiciones: se es culpable o se es inocente. Y no hay vuelta de hoja. Con esto
no quiero decir que esté en contra de las garantías procesales de los
inculpados, y mucho menos que, desde el punto de vista penal, el inculpado no
tenga derecho a defenderse de la forma más efectiva para sus intereses, aun
mintiendo como admite nuestro Código penal. Pero creo que hay, o debería
haber, una diferencia entre la
responsabilidad penal y la ética política. Pongamos dos ejemplos, a mi modo de
ver muy significativos.
El llamado caso
Naseiro: El P.P. repite muy ufano que no ha sido declarado culpable de ningún delito
de financiación ilegal. Es verdad, no se le declaró culpable. Pero no fue debido
a que no se cometiese un delito. El caso no terminó con un fallo de culpabilidad debido a que las
escuchas telefónicas donde constaban las pruebas no pudieron usarse en el
juicio por un problema de procedimiento. Ante la falta de pruebas (repito, por
problemas técnicos), el veredicto en justicia, fue el correcto: No culpable. ¿Debería haber tenido
alguna consecuencia? Penalmente, indiscutiblemente no. Pero ética y
políticamente, en un país democrático, sí. Obviamente, y como ya dije en un
escrito anterior, España, no es un país democrático. Nos asemejamos más a un
Reino Bananero.
Pero, esta
posición ha creado escuela. Está de plena actualidad la sentencia del Tribunal
Supremo en el juicio a Jaume Matas.
El Sr.
Matas saca pecho ante la situación y se considera perseguido injustamente,
exige que se le devuelva el pasaporte y la fianza. Debe pensar que ser
condenado a nueve meses de prisión es un gran triunfo para recuperar el título
de honesto. Creo que no es así, que en realidad es un delincuente. Sus delitos,
que el Tribunal considera probados fuera de toda duda, llevan aparejada una
pena de nueve meses. El resto de la acusación han sido desestimadas por razones
técnicas, y yo, como no técnico en la materia, no voy a opinar sobre estas
razones.
Las
consecuencias, al menos para mí, son:
a) El
Sr. Matas, por este juicio, no irá a
prisión.
b) El
Sr. Matas no ha sido en modo alguno declarado inocente. Por tanto, es un
delincuente de acuerdo con la sentencia del Tribunal Supremo
c) Al
Sr. Matas, no lo olvidemos, le quedan muchos asuntos pendientes de juicio.
Al menos
este es mi punto de vista, que, desde luego, difiere enormemente del que
mantienen algunos.
Publicado en el Periscopi el 29 07 2013
martes, 23 de julio de 2013
¿Estaré en lo cierto?
No sé si estaré confundido o si a los demás, también les
pasa. Pero cada vez estoy más convencido que la gente del P.P. no ha
comprendido bien en que consiste eso de la “Democracia Parlamentaria”
Pongamos algunos ejemplos didácticos por si alguien del PP
lee esto y al menos piense que podría haber otra forma de hacer las cosas. No
digo que yo esté en lo cierto y ellos estén errados, solo que siempre es bueno
comparar pensamientos para auto analizar posturas.
a)
Cuando
estaban en la oposición, dijeron que estaban dispuestos a colaborar siempre que
el gobierno siguiese sus políticas económicas. ¿Sabrían que cuando se está en
la oposición se puede influir, se deben hacer propuestas alternativas, se
pueden ganar votaciones para las propuestas, pero el gobierno tiene el mandato
popular para establecer las políticas que más favorezcan a la ciudadanía de
acuerdo con el programa presentado y aceptando las propuestas que puedan
favorecer el bien común.
b)
Un
Programa electoral es, o debería ser, un contrato ente el electorado y el
partido que lo propone. Claro es, que hay algunos aspectos modificables y
mejorables, a propuesta propia o ajena, pero nunca, y quizás se debería cambiar
la legislación para tipificar como delito el fraude del programa electoral,
hacer lo contrario de lo que publicitan como texto programático
c)
Un
gobierno, debe gobernar con el programa con el que ha ganado sus elecciones,
pero a pesar de que mediante la Ley de Hont haya obtenido la mayoría absoluta,
debería ser el gobierno de todos los ciudadanos y por tanto mostrar un respeto,
a menos formal al resto de los grupos políticos que son los representantes de
muchos ciudadanos y que numéricamente en su conjunto, pueden sumar más que sus
propios votantes.
d)
Ante
un caso de presunta corrupción, que en cualquier país civilizado y mínimamente
democrático (está visto que España actualmente no lo es), el grupo inmerso en
el escándalo sería el primero en reaccionar para aclararlo, bien demostrando la
falsedad de la imputación o bien apartando al causante o causantes del
problema. Claro, en esos países, caso de no hacerse así, el castigo en las
urnas, sería espectacular.
e)
Ante un caso como el anterior la falta de
respeto de D. Juanra I “El engominao” con el ninguneo al Parlament queda en una anécdota sobre su concepción de lo que es
la DEMOCRACIA.
Claro, que quizás el procedimiento seguido por el P.P. sea el
correcto y yo esté equivocado, pues es muy cierto que les está resultado
rentable, ya que a pesar de todos los recortes tanto económicos, sociales y de
libertades, las encuestas dan al P.P. como ganadores si se celebrasen
actualmente elecciones.
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