Contagiado
por la sensación de alegría, de felicidad, y de solidaridad de estos días, no
voy a criticar a ninguna formación política o socio-económica. Al contrario,
obviaremos detalles que resulten negativos para ellos y destacaremos sus
acciones positivas. Empecemos por el propio Gobierno de España.
A pesar
de que podría reprocharle infinidad de actuaciones, inexactitudes, cuando no mentiras
flagrantes, no quiero criticarlo en estos días. No quiero recordar que han
vaciado la “hucha de las pensiones”, ni que su reforma laboral ha hecho tan
precario el empleo que un contrato indefinido sea una “rara avis”, ni que las
retribuciones al trabajo sean tan exiguas que el encontrarlo no signifique la salida del umbral de la
pobreza. Tampoco quiero recordar que, a pesar de los draconianos recortes en salud, educación,
dependencia o cualquier otro tipo de prestación social, dejando en una
situación precaria al estado de bienestar,
la deuda pública es superior al P.I.B y continua creciendo. Pero no,
hablemos de las cosas positivas. Las cosas positivas ¿Las cosas positivas?
¡Como estoy de memoria! Ahora no se me ocurre nada, pero seguro que habrá algo.
Bueno
hablemos del PP. Aquí tampoco quiero hacer ninguna descalificación, así que no
mencionaré a Bárcenas, a los casos Púnica y Gurtel, a los colaboradores de Dña.
Esperanza Aguirre, ni al PP valenciano o balear, las cuestiones que parece que
quieren aflorar en Murcia, y aún menos los 13.000 euros en vinos que, al parecer, le
han regalado al Sr. Feijó. En cuanto a lo bueno pues… esto… tampoco recuerdo
ninguna cosa para mencionar, así que espero que me permitirán que, cuando me
venga a la mente algo favorable, tanto de los ya citados como de los que citaré
a continuación, se lo haré saber sin más dilación a los lectores.
Hablando
de partidos, no podemos dejar de lado al P(SO)E, que cuando era posible un
pacto de gobierno de izquierdas para desalojar al PP, primaron otros intereses
más o menos relacionados con puertas giratorias. Y que cuando numéricamente ya
era una utopía, hizo intentos vanos. Pasaré
por alto lo del: “No es no”, y su pasó
al: “Bueno, pero muy bajito y mirando para otro lado” en forma de abstención.
Como es lógico, tampoco hablaré de los ERE’s de Andalucía.
Podemos es esa gran esperanza fallida en torno
a una alternativa de izquierdas, que se dedica a comportarse como párvulos de
colegio luchando entre diferentes opciones personalistas por ver quién es el
macho alfa. Pero no les juzgo, y mucho menos crítico, al fin y al cabo el
cainismo está en los genes de la izquierda.
Tampoco
voy a decir nada adverso hacia C’s, al que muchos calificaban del tonto útil
del PP, pero que con los acuerdos puntuales del PP y el P(SO)E ha perdido su
utilidad.
Ni me
meteré con los sindicatos de clase, ya que no hay que perturbar el sopor en el
que viven sumidos desde las medidas
económicas y sus efectos socio laborales, ya que aseguran que es muy
perjudicial despertar bruscamente a alguien sumido en un profundo sueño.
Y cómo
me voy a meter con la gran patronal si están haciendo lo que más les gusta:
ganar dinero, y someter al trabajador, teniendo todo el respaldo de la clase
dirigente del país.
Así que
deseo a todas/os las mujeres y hombres de buena voluntad unas Felices fiestas, que
ya llegará el momento de continuar con las críticas.
Publicado en El Periscopi el 22 12 2016