domingo, 16 de diciembre de 2012

El laberinto egipcio




No me considero un experto en Egipto, pero tras mis varios viajes a ese país algunos fuera de los recorridos típicos de los turistas así como por mis conversaciones con algunos de sus ciudadanos, creo que puedo exponer mi opinión sobre la situación que atraviesa.

En mi último, por ahora, viaje a Egipto, me sorprendió la revuelta de Túnez, y también rumores de que habría manifestaciones en el llamado Viernes de la Ira.

Charlando con un egipcio que había trabajado aquí, me preguntó como veía la situación en Egipto y si creía que podría extenderse la revolución a su país. Le contesté, que en el transcurso del tiempo entre mi primer viaje y ese, había percibido dos cosas muy definidas: las críticas cada vez más abiertas a Mubarak y la islamización cada día más evidente. En mi primer viaje no había visto a ninguna mujer egipcia con la cara completamente cubierta y que casi la gran mayoría de ellas, no llevaban pañuelo, cosa que ahora, incluso en la Capital había cambiado. Por otra parte, podía resultar preocupante la cantidad de niños y jóvenes sin escolarizar en todo el país, unos en zonas turísticas mendigando o vendiendo y otros, en zonas agrícolas trabajando en la tierra. Creo, le dije que un país donde no se cultiva la enseñanza está condenada al extremismo y a la explotación de la case trabajadora. Por último, y en eso coincidimos ambos que veía preocupante la gran expansión de los Hermanos Musulmanes, único grupo organizado, a pesar de los periodos de ilegalización, y que además habían sabido aprovechar las carencias de la red de asistencia social para crear una paralela que fomentaba una amplia red clientelar. Ante esas circunstancias, veía que si estallaba la revolución, los resultados serían muy inciertos y desde luego muy diferentes a terminar en una democracia de corte occidental, ya que los militares, difícilmente querrían perder su estatus y los islamistas pretenderían imponer la Sharia.

Al final, salí de El Cairo la madrugada del día que empezaron los disturbios y que como recordarán fue antes del viernes de la Ira.

No erré mucho en mis comentarios, los acontecimientos tras el derrocamiento de Mubarak, ha terminado con las esperanzas de muchos egipcios en Egipto mejor y el enfrentamiento entre  los partidarios de un estado más laico, con un cierto apoyo disimulado de los policías y los partidarios de los Hermanos Musulmanes que ganaron ampliamente, al estar organizados, todas las elecciones

Cuando no me explico como es posible que los musulmanes en general, no quieran ver que la religión debe estar en un plano interno del individuo y las leyes religiosas imperen en la sociedad recuerdo la reflexión que me hizo otro egipcio al hacerle este comentario: Nosotros estamos en el año 1390 ¿Cuáles eran las posiciones de los occidentales en el 1390 de Uds.?
Publicado en El Periscopi el 14 12 2012

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