Quieren hundirnos, sacan reportajes en los que difaman a
Mallorca, se atreven a decir que la Playa de Palma está llena de prostitutas,
trileros, carteristas y mangantes en general. Que está sucia, que se encuentran
los restos de los botellones, que los borrachos no dejan descansar, en fin que
si los turistas alemanes buscan un lugar adecuado a su cultura y a sus gustos
estetas, que busquen otras latitudes. ¡Que malvados son estos del Bild! Nos
quieren hundir.
La reacción de todos los estamentos, o casi todos, ha sido la
descrita anteriormente ¿no?
Vamos a analizar alguna de estas aseveraciones. ¿Es verdad
que las prostitutas campan por sus respetos? Si, la policía está tan habituada
a identificarlas, que ya se conocen por el nombre. También es verdad que algunas
agreden y roban si pueden a los turistas borrachos. ¿Hay trileros? Si, y en una
providencia, se dictó un auto de alejamiento de la citada playa, posteriormente
en virtud del sacrosanto derecho a cometer pequeños delitos se anuló dicho
auto, por lo que continúan con su
“honrado negocio”. ¿Hay carteristas y mangantes diversos? Si, en cantidades
industriales, ¿pero para que van a molestarse los señores de la Guardia Urbana
en detenerlos si lo único que consiguen es trabajar en balde.
¿Hablamos de borracheras y botellones?
¿Se imagina alguien la cara que pondrían los comerciantes que
venden licores si de verdad se impusiese una ley “anti botellón” que se
cumpliera? Los lamentos y crujir de dientes por la ruina de sus negocios, se
podrían oír desde la redacción central del Bild.
¿Qué los turistas se emborrachan? No sé, pero eso de las
bebidas alcohólicas en cubos y pajitas largas, me parece que no las traen desde
su país en el equipaje. ¿También se va hacer algo para evitarlo? No creo que a
los propietarios de los “chiringuitos” les haga mucha gracia ese tipo de
medidas
Por otra parte, el porcentaje casi absoluto de los
protagonistas de las borracheras en esta zona ¿de dónde son originarios? ¿Qué diría el citado Bild si comenzasen a
detener a sus compatriotas por escándalo público?
Como conclusión admitamos que el Bild es un periódico
sensacionalista, pero, pero entonces ¿Cómo podríamos calificar a la prensa
local que cotidianamente denuncia estos hechos?
No matemos al mensajero, eliminemos las causas que determinan
el mensaje. Todo lo demás es hipocresía de la peor especie, ya que este tipo de
turismo de sol, playa, sexo y borrachera es el que se ha visto propiciado por
los mismos que ahora claman por los reportajes.
Publicado en El Periscopi el05 07 2013
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