sábado, 25 de octubre de 2014

¡Viva el abandono escolar!



Vamos a ser rigurosos y dejarnos de etiquetas preconcebidas y así sin prejuicios, hagamos honestamente unas preguntas y respondamos con la misma honestidad: ¿Desde el punto de vista económico, merece la pena estudiar en España? ¿Se puede estar  seguro que un título dará los conocimientos mínimos básicos para ejercer una profesión?

Pasemos a la primera pregunta

En vista de la precariedad laboral, de los interminables periodos como becarios, la prácticamente  inexistente investigación, la cantidad de licenciados con trabajos de reponedores en las grandes superficies si es que tienen suerte de encontrar algo semejante a un empleo. Nos encontramos, que el resto tiene dos opciones o apuntarse al paro o la emigración al extranjero como exiliados económicos, reproduciendo en parte, a la España de los años 50 y 60.

La segunda pregunta nos lleva a la siguiente reflexión: Vamos a ponernos en el supuesto de un estudiante, pese a su negro porvenir profesional, quisiese formarse y licenciarse, Viendo el nulo  conocimiento adquirido sobre los temas de sus estudios de algunos ¿podría tener un estimulo intelectual para su formación? Pongamos algunos ejemplos definitorios,  utilizando a algunos personajes de actualidad:

Miguel Blesa de la Parra Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, ingresó en el  Cuerpo de Inspectores de Hacienda, cargo que obtuvo por oposición, con posterioridad fue nombrado presidente del consejo de administración de Caja Madrid con el apoyo de los consejeros del Partido Popular, los de Izquierda Unida y el de Comisiones Obreras a pesar (o quizás a causa), de no tener ninguna especialización en Banca. El mayor mérito que se le atribuya para lograr este cargo, es ser muy amigo del Ex Presidente  Sr. Aznar, junto al que aprobó la oposición anteriormente citada.  Pues bien este señor, máximo responsable de Caja Madrid, y a pesar de su supuesta formación jurídica y sobre todo a aprobar como Inspector de Hacienda, se justifica, diciendo que no sabía que estaba haciendo ilegal y las tarjetas no sabía si tributan y que más gente también lo hace.

Rodrigo de Rato y Figaredo se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, obtuvo un máster en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley (California) y se doctoró en 2003 en Economía Política por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido entre otros cargos públicos: Vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, fue Gobernador por España en las Juntas de Gobernadores del FMI, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Fue también  presidente de Caja Madrid y posteriormente de Bankia. Pues bien, curiosamente, con referencia a las tarjetas opacas,  repite el mismo argumento de ignorancia,  que el Sr. Blesa para rehuir responsabilidades.

Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia,  Licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid realizo un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York y un período de prácticas en la sede de la Unesco en París. Trabaja en La Caixa, primero en el departamento de programas culturales de la Fundación La Caixa, donde se encargaba de organizar exposiciones.  Hasta el momento, figura como imputada en el caso Noos, cuyo principal acusado, es su marido y, me imagino que ya habrán adivinado Vds. cuál es su línea de defensa. ¡Exacto! No se había enterado de nada. Su mayor mérito es ser hija del Rey instaurado por el Dictador Francisco Franco.

Aquí,  quisiera resaltar a modo anecdótico, que en Las Islas, somos muy provincianos, ya que ante casos como estos, nos escandaliza que la ex Consellera de Cultura Dña., Joana María Camps, no supiese  que era el MONA, el Informe Pisa o la lengua de Euskadi

Dada la supina ignorancia y el total desconocimiento que todos ellos ante los diferentes actos cometidos, hay que pensar que las licenciaturas, máster, doctorados y oposiciones, son una lotería  y se reparten entre los que están por ahí, y no por méritos de conocimientos,

 Con ejemplos como estos, se puede llegar a la conclusión que la llamada “Universidad de la Vida” es mucho más formativa que las universidades convencionales, ya que cualquier “robaperas” cuando comete un supuesto delito, sabe lo que está haciendo y si pone alguna excusa, sería que no era él, pero nunca que desconociese que estaba haciendo algo mal.

Así que entre esto y a la situación que se encuentran las personas normales, decentes y sin una familia poderosa respaldándoles al finalizar unos estudios ¿Le puede extrañar a alguien  el abandono y el fracaso escolar?
Publicado en El Periscopi el 24 10 2014


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