Por motivos personales, estoy escribiendo
en lunes y no saldrá publicado, como siempre, hasta el viernes, así que si Vds.
tienen la amabilidad y la paciencia de leerme, en esos momentos, espero que ya
esté desfasada mi reflexión y la
situación de atasco actual haya sido superada.
El caso es que para un jubilado de todo,
sin conexiones con los círculos donde condimentan las líneas políticas, la
situación se percibe un tanto como en la canción que da título a este escrito.
Hace unas fechas, cuando se veía todo
atascado, sin ninguna posibilidad de avance, se llega a un acuerdo (pendiente
de ratificar en asamblea) en la que Podemos asume la responsabilidad de la Presidencia
del Parlament, con esta situación, parece todo resuelto, fotografías con caras
sonrientes y aparentemente, todos felices y a punto de comer perdices. Pero de
repente, todo se rompe, se acaban las fotos y se toman decisiones drásticas que
anuncian un gobierno monocolor, en franca minoría. ¿Qué puede pensar un ciudadano
de a pié que solo se informa por los diarios?
No tengo dudas, no creo que los dirigentes partidos sean unos completos irresponsables y
se dediquen a asumir unas posiciones de
un empecinamiento total, malogrando cualquier
acuerdo firme y estable. Estas maniobras
resultan incomprensibles para cualquiera sin un conocimiento de la
situación dentro de cada partido y sin saber cuáles son sus estrategias.
Con un PP tan desprestigiado y en
aparente caída libre, es lógico que cada formación busque posiciones de salida
favorables de cara a las próximas elecciones generales, es lógico que se quiera
dar una visualización a su labor, es lógico que haya una formación que pida
todas las plazas visibles para capitalizar los resultados. Es lógico que para
otros, su mejor baza es ponerse de perfil, colaborar, pero “más bajito” para
llegar “vírgenes, puros y sin contaminar” a las elecciones Generales. No menos
lógico es que la otra formación cuyas expectativas no son la futura presidencia
del Gobierno de la nación sino los intereses en nuestra C.A. quiera
rentabilizar sus brillantes resultados.
Hasta aquí, todo lógico y comprensible.
El problema, es que los ciudadanos, queremos cambios, que se note que hemos
votado para que el PP deje de maniobrar en estas islas como si fuesen de su
propiedad, queremos soluciones a los múltiples problemas que ha generado el
partido saliente. No asistimos a las ejecutivas, no estamos al tanto de lo que
se dicen cuando están reunidas en sus sedes. Nos informamos por los diarios,
vemos solo las representaciones de las salidas de las reuniones de la comisión
negociadora y en ellas muestran o alegría por los acuerdos o caras largas por
los desacuerdos. Pero por la experiencia de estos días, las escenificaciones que contemplamos, no son
garantía de nada. Solo de tácticas y estrategias.
Entonces me pregunto, ¿no es lógico, para
nosotros los no avisados, llegar a pensar que las discusiones son por las
dichosas sillas?
Publicado en El Periscopi el 26 06 2015
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