viernes, 25 de septiembre de 2015

Enigmas

 


Sinceramente, todo el llamado proceso catalán presenta, para mi, misterios insondables. Procuro buscarles una lógica y, cuanto más pienso en ello, menos lo comprendo. Pasemos a referir algunos de ellos.

¿Qué razones tenía el PP para impugnar algunos artículos del Estatut y enviarlos al Tribunal Constitucional, cuando en otros estatutos autonómicos una copia literal de los citados artículos fueron aprobados sin ninguna modificación o reserva? ¿Querían exacerbar los ánimos ya que cuando se presentó el Estatut había sido aprobado en el Parlament de Catalunya?

Estando transferidas las competencias en Educación, ¿Por qué varios artículos de la LOMCE violan las competencias de las CC.AA.? Con los ánimos ya exaltados ¿Era necesaria la frase de Wert de españolizar a los niños catalanes?

Si Catalunya es España ¿Cuál es la razón para que en el debate político en televisión actúe el Ministro de Exteriores? Si lo consideran territorio español ¿No sería más coherente que en el debate no hubiese ningún miembro del gobierno Central ya que el oponente no tiene ningún cargo institucional (por ahora)? Pero, en todo caso, y se quisiera dar un ejemplo de diálogo ¿No sería más consecuente que al citado debate asistiese por parte del gobierno alguien responsable de la administración de las autonomías?

Pero no sólo es el Gobierno Central el que presenta cuestiones de dudoso encaje con mi pobre discernimiento. Vamos a poner algunos ejemplos ¿Cuál es la razón de que el Sr. Mas vaya en cuarto lugar en la lista, si los tres primeros no van a formar parte del Govern? ¿Piensan que el electorado es estúpido y van a votar porque aparezca un cabeza de lista más o menos carismático pero que solo está para poner la cara?

Otra cosa que no es comprensible es que el senyor Mas diga que no se puede echar a siete millones (la cifra es otro asunto) de la UE, pero “olvida“ mencionar que hay una norma expresa que advierte que cualquier territorio que se independizase de un país miembro quedaría automáticamente fuera de la UE. Ya sabemos que en el plano internacional cuenta muy poco, pero ¿Piensa alguien que Francia y, sobre todo Italia, con tensiones más o menos agudas permitirían que se obviase esa norma?

¿Se puede pensar que un estado es factible con, aproximadamente, la mitad de sus pobladores extranjeros? Al menos en las encuestas, los partidarios de la independencia son aproximadamente la mitad de los residentes de Catalunya, el resto, con algunas diferencias de criterio, se decantan por la situación de permanecer dentro del estado español, con más o menos cambios., por tanto, debemos suponer que quieren ser españoles, y a estos se deben sumar a los que en la actualidad son extranjeros. Recordemos que la Constitución Española, en su Título I artículo 10 apartado 1, dice textualmente: “Ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad”. Es decir, que en esa hipotética nación catalana todos los catalanes que se manifestasen a favor de la independencia y lo desearan, podrían libremente adoptar la nacionalidad catalana y renunciar a la española; pero quienes no expresasen su voluntad en contra, seguirían siendo españoles. En resumen: un país con la mitad de extranjeros.

Como colofón, he sentido vergüenza ajena que mi Presidente del Gobierno (no le voté, pero es el que tengo que aceptar democráticamente), ese que presume de amar y defender la Constitución, mostrase su bajo nivel intelectual al tener que responder a un periodista profesional que le hizo las preguntas que cualquier profesional de la información, debería haberle hecho hace ya demasiado tiempo.
Publicado en El Periscopi el 25 09 2015
 
 

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