A veces no puedo menos, a la vista de las
actuaciones del PP, que preguntarme si verdaderamente quieren ganar las
próximas elecciones generales. Veamos alguna de las razones que me hacen tener
estas dudas.
Presentan unos presupuestos generales que
no se los creen ni ellos. Son terriblemente continuistas y, a pesar de ello, incluyen
un déficit irreal que fuerza a Bruselas a pedir su revisión. El PP dice que no
necesitan rehacerlos, pero con las políticas actuales de recortes, tanto en
prestaciones sociales como en derechos, no pueden reducirlos más sin cambiar a
peor estas partidas, así que, ante la docilidad demostrada ante la Sra. Merkel
y ante su política económica, está claro que tendremos más recortes en sanidad
y educación, en el poco deseable caso de que el PP ganara
las elecciones.
Muestran escasa cultura democrática al no
reconocer que las formaciones independentistas han ganado las elecciones
autonómicas catalanas. A
pesar que sea un resultado que no les agrade, como gobierno de la nación tienen
la obligación democrática de dialogar políticamente con ellos y no hacerlo a
través del Fiscal General del Estado. Si hay actuaciones ilegales, que actúe la
justicia, pero eso no excluye dialogar con la formación que ha ganado con el aval de los ciudadanos
unas elecciones en un territorio que en la actualidad es parte integrante de la
nación que ellos gobiernan.
Parece increíble que el presidente de un
grupo político, que es a su vez el presidente de la Nación, demuestre tan poca preparación ante una
entrevista con un periodista como para hacer la pregunta: “¿Y la europea?” y
que sólo encuentre como solución para recuperar la confianza ciudadana salir a
tomar “cañas” en sitios públicos.
Pero si nos ceñimos a nuestra comunidad,
la cosa no parece que funcione mejor y da la impresión de que no se juegan nada
en los próximos comicios y de que hay
alguien (o varios) que no están haciendo
bien los deberes, unas veces por ordenes desde Madrid y otras por actuaciones
de cosecha propia. Veamos en esta apartado también algunas razones que avalan
mis dudas.
Ante una falta clara de liderazgo local,
la dirección estatal al parecer, quiere imponer a un “cunero”, bueno, en este
caso, a una “cunera” por ello y según
las encuestas, una persona de las islas se quedaría en un puesto de salida que
no alcanzaría escaño y por tanto se quedaría sin representación en el Congreso
¿Cómo sentaría esta situación entre los militantes de esa isla? Pues dada la
correlación de fuerzas, posiblemente
nada bien, y no estarán por la labor de ayudar a ganar las elecciones.
El REB, que presentaron antes de las
elecciones era inaceptable por su carencia de contenidos, y por su
inconcreción, pero sirvió para hacer creer a los más ingenuos que había una
voluntad política de reconocer la
singularidad geográfica de nuestra comunidad y de comenzar a tomar medidas para paliar las dificultades que esta
situación conlleva. Pero no, para muchos somos una colonia obediente y no
necesitamos que nos pasen la mano por el lomo para que ronroneemos sobre las
excelencias del PP y su gobierno.
Por otra parte la situación de
interinidad en la que se halla el PP, con un presidente colocado para que
reciba todas las bofetadas cuando se cierren las urnas, no creo que sea lo
idóneo para afrontar con expectativas de éxito una elecciones.
Pero claro, eso es una cuestión de ellos
y aunque deseo que pierdan, y por goleada, uno no deja de desear que siempre impere el fair play.
Publicado en El Periscopi el 16 10 2015
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