viernes, 22 de abril de 2016

La mujer del Cesar



Sinceramente, ha llegado un momento en que resulta difícil saber si la corrupción está en la sociedad y la contagia a la política y ésta a los políticos, o está entre los políticos, que la contagian a la vida política y ésta a la sociedad.

El Sr Soria, Ministro en funciones hasta hace unos pocos días, ha dimitido, no por mentir a los ciudadanos, no por tener sociedades en paraísos fiscales, ha dimitido por no haber sabido explicar la situación y justificar de forma plausible lo injustificable. Pero donde más se visualiza la corrupción y el deterioro moral es en que, ante la primera mentira, el Presidente del Gobierno (en funciones) no le haya cesado fulminantemente, y en caso de que, cómo es habitual en el Sr. Rajoy, no hubiese actuado, la ciudadanía en pleno, encabezada por la militancia del PP, no haya exigido su cese.

El Sr. Aznar, según él adalid de la Patria, y que intentó con malas artes eludir en parte sus compromisos fiscales,  anda tremendamente enfadado con su partido, no por recriminarle su actitud, sino por haberle dejado con las vergüenzas al aire por unas supuestas filtraciones de sus fechorías y de la multa que por ello ha recibido. Como, por desgracia, ya nos tiene acostumbrados la cúpula de su partido, todos se solidarizan con él por la filtración, pero nadie le reprocha su actitud despreciativa hacia los contribuyentes que cumplen fielmente con sus responsabilidades fiscales.

Y qué decir del caso, o mejor dicho los casos de D. Rodrigo Rato, un individuo que, mientras nos sermoneaba para que cumpliéramos como ciudadanos conscientes de nuestros deberes, mantenía cuentas opacas en paraísos fiscales. Alguien que, siendo Presidente del Fondo Monetario Internacional, abrió  otra cuenta más en un paraíso fiscal. Alguien implicado hasta el fondo en el asunto de las “tarjetas black”. Alguien que lanzó a bolsa a Bankia con unos resultados falseados.  A ese alguien que está pluriinvestigado (imputado,) el Ministro de Interior, el máximo responsable político de los investigadores, lo recibe en calidad de amigo en su despacho oficial. Al final vamos a tener que agradecer al Sr. Aznar que digitara a D. Mariano y no al ínclito D. Rodrigo.

Pero la podredumbre no se acaba en el PP ¿Qué autoridad moral tiene el PSOE para recriminar al PP después de la condena por financiación ilegal en el caso FILESA, o de su denigrante papel en el caso de los ERE’s de Andalucía? Es verdad que en esos casos no hubo, al menos aparentemente, responsables políticos de primer nivel, pero el resultado es que se ha defraudado dinero público. Entre los defensores de la transparencia y de la regeneración, los de C’s,  han tenido que dimitir dos responsables provinciales por aparecer en los llamados papeles de Panamá. Y en cuanto a la “gran esperanza blanca de la izquierda”, Podemos, uno de sus mascarones de proa del inicio, D. Juan Carlos Monedero, utilizó la misma triquiñuela para tratar de evitar  impuestos, como un “liberal de toda la vida”, en vez contribuir a aumentar las partidas para gastos sociales como preconiza su formación. Hay que reconocerle, eso sí, que, tan pronto saltó el tema al conocimiento de la opinión pública, se apresuró a realizar una declaración complementaria.

En el resto de formaciones, no voy a entrar, en unas, como CDC, porque ya lo he hecho en ocasiones anteriores y no han salido escándalos en estas últimas fechas, y en otras, ya que han tocado tan poco poder que prácticamente no han tenido ocasión.

Pero como dije al principio, no solo hay degradación entre los políticos y las formaciones políticas. Creo que una gran parte de la culpa, por no decir toda, de la situación en la que nos encontramos la tenemos nosotros, los ciudadanos, por no pedir responsabilidades, por nuestra actitud de “hooligans”: aplaudiendo en las trampas y en los robos a “los nuestros”, y criticando y abroncando a los contrarios, incluso en las actitudes correctas.

¿Dónde están aquellos que pedían responsabilidades de todo tipo, con razón,  al ex dirigente de Podemos D.  Juan Carlos Monedero, cuando la misma acción la ha realizado D. José María Aznar?

¿Dónde estaban los que critican las filtraciones sobre la declaración de renta del ex Presidente cuando las filtraciones de las investigaciones se refieren a la financiación de Podemos?

¿Cómo se puede votar a CDC en Catalunya sabiendo los métodos que usaban? ¿Cómo se puede votar al PSOE en Andalucía con los escándalos en la comunidad? ¿Cómo se puede votar al PP en Madrid  Valencia, Murcia, Madrid, Illes Balears… con los casos de corrupción que tienen en Marcha?

Ya sé que no es una frase muy políticamente correcta, pero me tomo la licencia de usar una viejo dicho para resumir la situación: La mujer del Cesar, no solo tiene que ser honrada, tiene que parecerlo y en nuestro país, la puta Ramoneta puede darle lecciones.
Publicado en El Periscopi el 22 04 2016


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