Prescindiendo, y es
mucho prescindir, de los actuales acuerdos o quizás desacuerdos finales para que al final el Sr. Sánchez pueda
llegar a alcanzar la investidura, tengo la desagradable sensación que una
inmensa mayoría de los políticos españoles, no tienen claro cómo funciona una democracia representativa parlamentaria.
Por esta razón,
creo que sería imprescindible que asistieran a unos cursillos intensivos en los que les
enseñaran los principios básicos sobre esta materia y que a groso modo se basan
en: a cada ciudadano mayor de edad le corresponde un voto, y que con el citado
voto, puedan hacer lo que consideren conveniente. Que si el ciudadano se decide
a votar por unos candidatos, es para que les represente y defienda sus
convicciones y/o sus intereses. Tanto si la formación elegida puede formar
gobierno como si por resultados le corresponda ejercer la oposición. En ambos
casos debe ajustarse al programa ofertado; si tuviera que gobernar en
coalición, las formaciones deben llegar a acuerdos programáticos que no se
contradigan con el programa con el cual se hubiesen presentado y por el que han
sido votados. Los partidos que no han alcanzado el número de votos necesario
para formar gobierno, deberían asumir que deben estar en la oposición haciendo
una labor de control y proponiendo temas para ganar el favor de los electores
en próximos comicios.
Deberían saber también
que han sido elegidos como representantes del pueblo para que cumplan con la
voluntad de sus electores y no lo que a ellos, los políticos, les dicte su
propia voluntad o el de la ejecutiva del partido que les ha otorgado un sueldo
y un escaño. Obviando por tanto la voluntad de los votantes.
Me produce cierto
rubor tener que recordar algo tan obvio, pero al parecer tan desconocido para
los partidos y sus ejecutivas
Veamos a
continuación partido a partido (político, que no pretendo emular al Cholo
Simeone) la disparidad de sus actuaciones con estas premisas
1)
C’s.-
Aquí empezamos a ver la falta de conexión del partido con los votantes. En las
urnas le han dicho que no quieren saber nada con la política de los pactos que
han establecido y de las posiciones que adopto. Que hay una mayoría de
españoles que actualmente quieren una coalición de centro izquierda y deben asumir esa realidad temporal. Con una
política autodestructiva, continua la Gestora, desde su exigua representación
intentando conculcar el deseo manifestado por la ciudadanía en las urnas, No
contentos aún, se atreven a proponer formulas en función de sus deseos, sin
valorar los resultados que han obtenido que es un reflejo de la voluntad de los
votantes..
2)
UP.-A
pesar del inmenso ego de su líder y de otras deficiencias,es innegable, que en
ese aspecto, si que tienen claro que se deben a sus militantes, ya que antes de
tomar cualquier decisión importante hacen una consulta con sus bases. Aquí no
quiero valorar si sus postulados son buenos o no, solo el respeto democrático
que muestran a sus votantes
3)
PP.-
En contra de la opinión tan acendrada en ellos, en una democracia parlamentaria
el poder formar gobierno, no les corresponde a ellos por derecho divina, por
tanto debería asumir que actualmente el puesto que deben ocupar es el de la
oposición, hacer esta de manera
constructiva procurando que con su trabajo puedan llegar a volver a ganar la
confianza de una mayoría suficiente para gobernar en solitario o en una
coalición.
4)
PSOE.-
Una parte importante del partido (antiguas cúpulas y algunos de los llamados barones
territoriales) están convencidos y no dudan en exponerlo incluso con metáforas
de dudoso gusto y bastante homófobas, que su opinión está por encima de los
deseos de los votantes. que por dos veces consecutivas han reclamado una
coalición progresista. ¿Pero que importan los deseos de los electores cuando
están en juego las puertas giratorias, los Consejos de Administración y
prebendas varias?
Como hablo de democracia, creo que todos entenderán
la causa por la cual no he nombrado a otra formación con una nutrida
representación parlamentaria que no aceptan, y se enorgullecen de ello, las más
elementales normas de respeto cívico a los ciudadanos que no aceptan su
peculiar forma de interpretar la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario