viernes, 2 de octubre de 2020

Me toca a mí





Vaya por delante que no soy virólogo, médico, o, tan siquiera, científico. Pero se han dicho tantas falacias y necedades a cargo de “doctores” con títulos obtenidos en las RR.SS. que he decidido que ahora me toca a mi decir las presuntas barbaridades, con la ventaja de que las diré en mi blog, y aquí las prioridades para tener voz son elegidas democráticamente por mí.

¿Cómo se combate una epidemia? Rompiendo la cadena de contagio.

Pero no sólo en el caso de las epidemias que afectan a los humanos. No hace mucho tiempo hubo dos epidemias zootécnicas, que se combatieron así, como voy a recordar a continuación:

a)    En España, la peste porcina, más que epidémica, era endémica. Pero, como no afectaba a los seres los humanos, no se hacían grandes intentos para erradicarla. Pero nos pusieron el veto en los principales mercados mundiales. Entonces se tomó en serio la cuestión, y se adoptaron medidas de aislamiento, y se erradicó la enfermedad en nuestro país.

b)    En 1985 se detectó en Gran Bretaña una enfermedad que se transmitía del ganado bovino a los humanos, y que se extendió a continuación a diferentes países. La enfermedad era la Encefalitis espongiforme bovina, más conocida como el mal de las vacas locas. Como he dicho anteriormente, esta enfermedad, se transmitía a los humanos, siendo muy peligroso e incluso letal para estos (en España hay contabilizados 5 fallecimientos por esta causa). La reacción fue muy drástica: aparte del aislamiento de los bovinos, se sacrificaron todos los ejemplares que habían podido estar en contacto con animales infectados.

Retomemos aquí el caso del  Covid 19. Las curvas de infectados y de fallecidos bajaron de una forma muy significativa cuando se aplicaron con rigor el confinamiento y la distancia social. Esta situación de control de nuevos infectados se revierte cuando cesan estas medidas, volviéndose a disparar las cifras de nuevos contagios y fallecimientos, como sucede actualmente, al relajarse el control de las medidas, y ante la irresponsabilidad de una parte de la ciudadanía incumpliendo las medidas de seguridad más elementales. El confinamiento, incluso cuando se aplica a aéreas selectivas, hace bajar la incidencia de la enfermedad, como se ha comprobado, por ejemplo, en el caso de Son Gotleu (Palma). Después de unos días con restricciones a la movilidad, ha disminuido de una manera notable el índice de infectados por cada 10.000 habitantes.

Son datos históricos y estadísticos, se pongan como se pongan los polinecios. Los datos y la historia están ahí.

Por cierto, antes de que digan que soy partidario de una de las medidas adoptadas en el caso de las vacas locas, quiero aclarar que soy partidario de una de las medidas adoptadas, el aislamiento, no de la otra.

¿Considero que la solución es volver a unas restricciones totales a la movilidad y al confinamiento en casa? Desde un punto de vista exclusivamente sanitario para combatir la pandemia: Si, rotundamente si, si nos referimos a ese aspecto exclusivamente. Al menos, hasta que haya una vacuna eficaz y segura que se aplique de forma masiva.

Sin embargo, como no estamos en una sociedad autárquica, no somos capaces de autoabastecernos, tenemos que producir para poder obtener los bienes y servicios que nos son imprescindibles. No todo puede ser teletrabajo. No se puede adquirir todo lo que nos es necesario sin una relación humana. En definitiva, no podemos suprimir la relación personal. Ningún país, ninguna sociedad puede ser aislada por completo. Por tanto, la cadena de infección no puede romperse totalmente.

¿Nos conformamos con la propagación indiscriminada del Covid 19, y no se deben tomar medidas restrictivas de ningún tipo? Creo que esa pregunta queda contestada con la simple visión de los países o zonas donde se ha considerado más importante el derecho a contagiarse, antes que las restricciones en pro del derecho colectivo a la salud.

¿Cuál es la solución? Si la supiese no estaría escribiendo en un blog de dudosa difusión. De todas formas, creo que pasa por un máximo de reactivación económica, con un mínimo de riesgo de contagio.

La dificultad estriba en encontrar esa formula. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario