viernes, 30 de octubre de 2020

¿Adónde vas España?



 He estado tentado a poner el título de este escrito en latín, ya que la falta de rumbo en este país viene de antiguo. Luego he recordado a quienes utilizan el latín para identificarse, y se me han quitado las ganas de hacerlo, dejándolo, por tanto, en castellano.

¿Adónde puede ir un país que está volcando su intención de voto hacia una formación  cuya política es sólo criticar lo que hace el Gobierno?

¿Dónde están las propuestas en positivo que le reportan ese vuelco hacia sus posiciones?

¿Somos los españoles tan imbéciles que nos creemos las acusaciones a un Gobierno que, con mejores o peores resultados, intenta aportar soluciones?

¿Ya nadie se acuerda de lo que es una dictadura verdadera? La hemos sufrido durante cuarenta años, y debería ser difícil de olvidar. Hablando de dictaduras ¿No resulta cuanto menos extraño que los que hablan, o, al menos, empezaron a hacerlo, fueran de las clases que menos sufrieron sus persecuciones? ¿No le resulta extraño a nadie que cuando hubo el cierre perimetral de los barrios obreros del cinturón sur de Madrid nadie sacara a colación el tema, pero cuando se amplió a todo Madrid el Gobierno de la Comunidad y el Ayuntamiento se erigieran en fervientes defensores de la libertad individual? Esta medida no se ajustaba a derecho, como así lo hicieron ver los tribunales. Sin embargo ¿Dónde estaba el celo por defender a los ciudadanos del cinturón sur de la opresión cuando les restringieron sus derechos?

El Gobierno es el único poder facultado por la Constitución para declarar estados excepcionales, y para restringir los derechos fundamentales de los ciudadanos, sólo en determinados casos, y cumpliendo las premisas determinadas por las leyes. Sin embargo, Murcia es la única Comunidad regida por el PP que ha elogiado la adopción de esas medidas, aún y como el resto de estas comunidades, por el momento, no han adoptado ninguna de las medidas que les permite el estado de alarma. Incluso Castilla León, que había adoptado medidas de confinamiento en varias poblaciones cuando al menos era dudosa su legitimidad, no se haacogido a las medidas que ahora son legales y de acuerdo con la Constitución.

El líder del PP dice ahora que votará en el Congreso la adopción de estas medidas si la duración que se apruebe es de ocho semanas, en vez de seis meses como propone el Gobierno, para salvar la Navidad, y en esa línea se han manifestado también otras formaciones, aunque sin indicar plazo exacto.

¿Acaso el Sr. Casado cree que el virus entiende de calendarios o de fiestas consumistas religiosas?, ¿Las formaciones que quieren reducir el plazo pueden creer que el Gobierno no es el primer interesado en reducir los plazos si las condiciones sanitarias así lo permiten?, ¿No será todo esto una maniobra para forzar al Gobierno a aceptar condiciones leoninas para prolongar el estado de alarma, como ya ha sucedido cuando se aprobaba de quince en quince días? No digo para someter a un chantaje político, ya que esta es una palabra muy fuerte.

En fin, nos hace falta a los ciudadanos mucho sentido crítico razonado y aprender a leer.

Al final y para demostrar que no tiene sentido de Estado, el Sr. Casado se ha abstenido y no ha dicho que no, que es lo que le pedía el cuerpo para marcar una diferencia de forma con VOX

Las diferentes autonomías, excepto la Autonomía veleta (anteriormente conocida como Madrid), han sido consecuentes y han actuado de acuerdo con las necesidades sanitarias    
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario