viernes, 11 de mayo de 2018

Sentido del humor




Hasta la entrada en circulacióndel euro, en España era frecuente ver, a pesar del tiempo transcurrido, monedas que en el reverso llevaban la inscripción “Caudillo de España por la gracia de Dios”. Indiscutiblemente, mi sentido del humor no coincidía con el de Dios, ya que no considero ni una gracia ni una broma que un sangriento dictador rigiera los destinos de España durante cuarenta años, pero, la cosa era así.

Tras la muerte del mencionado dictador, y con la promulgación en 1978 de la Constitución española, los mecanismos  para los nombramientos  de los poderes públicos variaron, al menos en  teoría,  pasando ser estos designados por el pueblo español ya que en él reside la Soberanía, relevando, al menos formalmente, a las divinidades  en esos menesteres.

Hablando de Dioses, me surgió una duda, y me fui a la fuente, la citada Constitución, para comprobar si, en mis reiteradas lecturas de la misma, me había pasado por alto algún párrafo. Tras una cuidadosa y escrupulosa búsqueda en el Título VI Del Poder Judicial, desde los artículos 117 al 127, ambos inclusive, y en el Titulo IX Del Tribunal Constitucional en  sus siete artículos (del 159 al 165) me he asegurado de que en ninguna parte indica, ni tan siquiera insinúa, que a los jueces, cualquiera que sea jurisdicción o cargo, por el hecho de serlo se les otorgue el don de la infalibilidad, y, a partir de esta carencia, podemos hacernos algunas reflexiones:

a)      No acabo de entender que, si la Justicia emana del pueblo ¿Por qué el pueblo no puede opinar, e incluso, criticar a la Justicia?

b)      Si se debe respetar al Poder Legislativo ¿Por qué el Poder legislativo puede no respetar  al pueblo, ya que de él,  como he dicho anteriormente, emana la Justicia, según determina el artículo 118, párrafo 1º, de la Constitución? Esta falta de respeto queda palpable en las declaraciones del Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra cuando llama impunemente “turba enfurecida” a los que criticaron la sentencia sobre “La Manada”.

c)       Si los jueces pueden criticar al Poder Ejecutivo y a sus miembros ¿Por qué el Poder Ejecutivo no puede criticar al Poder Legislativo y a sus miembros?

d)      Además de respetar las sentencias, se dice que se deben acatar. Bien está que los tribunales deben interpretar y hacer cumplir las leyes, pero ¿Cómo se puede acatar una sentencia si, disponiendo de posibles, puedes recurrirla a instancias superiores, e incluso a Tribunales Supranacionales, en donde, con frecuencia, son rechazados los veredictos que, supuestamente, se deben acatar? Entre los casos más notorios está el referente a la llamada “Doctrina Parot”.

No sé si por algún motivo se necesitan nuevas santas y mártires en los altares, y la Justicia de este país, para suplir esta carencia, pretende que cunda el ejemplo de María Goretti, que fue asesinada para evitar que la violasen, o es que no se comprende algo tan sencillo como “NO, quiere decir no”, es decir, una negación en toda regla. O es que acaso, los jueces que juzgaron el caso de “La Manada” creen que una mujer que va sola por la calle en unas fiestas populares merece ser violada de forma múltiple.

¿Pero qué justificación dan otros jueces ante una violación a una menor paralizada por el pánico?

Más que modificar el Código Penal, que también es mucho más urgente variar la mentalidad de algunos y algunas jueces y juezas. Claro que, en unos tribunales que, en su mayor parte, están presididos por un crucifijo, y donde se toma declaración a los testigos bajo juramento (jurar es poner a Dios por testigo, por si alguien lo había olvidado), y dado el talante misógino de la Jerarquía eclesiástica española ¿Qué se puede esperar?

viernes, 4 de mayo de 2018

Mageritense comunitatem

 




Como ocurre con muchos otros virus, no se sabe exactamente su origen. Hay algunos precedentes que podrían ser causados por él, como los casos Zeus y Torcal en Baleares, o el caso Filesa, o incluso aquel en el que el paciente fue el Tesorero del PP, el Sr. Naseiro, o la delirante gestión del GIL en la costa malagueña. Como eran casos aislados, y no una infección generalizada, no se investigaron a fondo sus orígenes, y se desconoce si el ADN del virus es idéntico, e, incluso, si el virus actual es una mutación de alguno de aquellos.


Dejando de lado el origen, lo que sí se sabe es que el actual se desarrolló de una manera geométrica a raíz del llamado Tamayazo. Desde entonces, hay síntomas  suficientes para que las autoridades sanitarias hayan tomado medidas profilácticas contra tres de los cuatros Presidentes de la Comunidad de Madrid. En la única ex – presidenta aparentemente no contagiada, se está estudiando intensamente si es que tiene la infección latente, o es que las personas que padecen el “síndrome infantil” (ya descrito hace dos semanas en estas mismas páginas) son inmunes  por naturaleza al virus.

Las características más comunes de la enfermedad se manifiestan con los siguientes síntomas: Sensación de impunidad, afán de enriquecimiento a costa del dinero público, amor por sus amigos y familiares, que se manifiesta en el deseo que también se lucren, y no devolver, bajo ninguna circunstancia, el dinero adquirido en el proceso de infección. Por otra parte, la mayor virulencia se ha desarrollado en el entorno de la construcción, tanto de obra pública como civil. Su distribución geográfica ha sido muy extensa, pero la mayor incidencia se ha dado en la Comunidad de Madrid, con los episodios de Gurtel, Púnica y Lezo. Sin embargo, el contagio más virulento se ha dado en la Comunidad de Valencia, donde es casi imposible abrir un cajón y no encontrar huellas de la infección. Un caso muy atípico se ha dado en Baleares, donde la influencia del virus sólo se notó en el Presidente, y en casi toda la directiva de un pequeño partido, ya desparecido, que tuvo una gran influencia por su efecto de contrapeso de la balanza. Muchos de sus dirigentes están en residencias sanitarias, pero, al igual que todos los afectados, no han devuelto ni un euro.

No crean que la enfermedad sólo ataque a miembros del PP y afines, nada más lejos de la realidad. Actualmente no pueden ser más distantes las posiciones del PP y de los herederos del CDC. Y también  a  estos últimos les atacó de pleno el mal, en especial a toda la familia del ícono histórico, y máximo dirigente durante décadas, con el episodio del 3%, y su variante lírica del Palau.

Hay una extraña mutación por tierras sureñas en la que, en vez de contaminarse las personas relacionadas con el ladrillo, lo han hecho las que han estado relacionado con cuestiones de ERE’s y jubilaciones, por lo que se piensa que puede ser una mutación de la cepa original.

Eso sí, por el momento, todos los casos han estado relacionados con dirigentes autonómicos, pero queda el resquemor de que se haya extendido en una situación letárgica a los dirigentes estales. Pero eso sólo es una hipótesis que se podría demostrar, o no, con un cambio de gobierno, o con un tratamiento de “tirar de la manta” por los infectados hasta el momento.

Continuaremos siguiendo la evolución de la pandemia para mantenerles informados de la situación sanitaria del país (o países según la sensibilidad de cada uno).

viernes, 27 de abril de 2018

Defensa propia




En serio, no es broma. Pensaba, y así lo tenía decidido, pasarme unas semanas, como ya hice la semana anterior, sin hablar del PP. Pero a veces surgen circunstancias que hacen romper las decisiones más firmes.

Bueno, más que hablar del PP, de su Presidente, ya que el partido, al menos el de las Islas, ha debido de quedar completamente chasqueado. Voy a hablar del Sr. Rajoy, Presidente del PP, que, aunque coincida en la misma persona con el Presidente del Gobierno, no vino en esta última condición, ya que sería inconcebible que el Presidente del Gobierno no se hubiese reunido con la Presidenta de la Comunidad Autónoma, al menos como cortesía institucional.

Quizás alguien se pregunte extrañado ¿Cuál es la causa que me ha movido a variar mi actitud? No ha sido ni el R.E.B., ni la cuestión del 75%, y aquí me creo en la obligación de aclarar lo que son, y que representan, estas dos cuestiones para los lectores de otras comunidades o países.

Resultaría obvio recordar que las Baleares son unas islas, de las cuales, cuatro están permanentemente habitadas por ciudadanos que tienen en ellas su residencia. Pero lo que quizás no sea tan obvio, es que, a pesar de que en muchos aspectos resulta un privilegio, en otros muchos, es un problema que los habitantes de la península no tienen, y  cuya existencia olvidan. Veamos algunos aspectos:

a) El Gobierno Central mantiene una serie de infraestructuras para facilitar la movilidad de los ciudadanos, trenes, autopistas, carreteras, por las que resulta más o menos fácil desplazarse de forma cómoda y rápida. Si un residente en Orihuela tiene que visitar a un médico especialista en Alicante, dispone de servicio de transporte público, o puede optar por el transporte privado. Mientras que un ciudadano de Ibiza, que tenga la necesidad de visitar a un médico especialista en Palma, deberá, obligatoriamente, trasladarse en un avión de una determinada línea aérea. Pero no solo están los casos de enfermedad, el ejemplo puede servir para cualquier actividad, de ahí la petición de la rebaja a los residentes en un 75 por ciento en las tarifas aéreas y marítimas.

b) Tanto en el plano privado como en el público, la insularidad conlleva unas necesidades, como bien ha comprendido el Gobierno en el caso de las Islas Canarias, y con ellas sí se estableció un Régimen Especial. Sin embargo, y a pesar de las infinitas peticiones de un Régimen Especial de Baleares (R.E.B) por parte del Govern, y de las múltiples promesas incumplidas del Gobierno, sigue sin concretarse, y, mucho menos, firmarse el citado Régimen.

Pues bien, a pesar de que aun con “la boca pequeña” el PP autonómico proclamaba en todos los foros y mentideros que los acuerdos sobre estos temas serían anunciados por el sr. Rajoy en su visita de este fin de semana pasado, siguiendo la tradición del “ninguneo” a los ciudadanos de las islas, no hizo ninguna concreción, y solo obsequió con una de sus magistrales frases, dirigida a los militantes del PP de les Illes: “Estad tranquilos, pero no os durmáis”. Como afectado, me hubiese agradado que lo hubiese anunciado como Presidente del Gobierno, pero, dado que, como he dicho antes, vino como Presidente del PP, y creo que todos sabrán que no es el partido de mis amores, no tengo que sentirme engañado, como creo que se sentirán sus militantes y simpatizantes.

Con todo, estos temas, no hubiesen hecho variar mi intención de no tratar del PP y de su máximo dirigente. Tampoco  su visión de que el Govern sigue el mismo camino que Catalunya en el tema secesionista. No hace falta que el Govern haga nada para fomentar el independentismo, se sobra y se basta  el Sr. Rajoy solo para lograr que el independentismo  crezca forma exponencial, como ya ha logrado en Catalunya, donde había un 20 por ciento que así se declaraban cundo llegó al Gobierno, y ahora son alrededor del 50% gracias a su política.

Lo que me parece intolerable, y me ha  movido a volver a traer al PP a la palestra, es la falta de aprecio a la riqueza cultural que supone un idioma, que cargara contra la política lingüística del Govern que, de una manera un tanto tímida, pretende que nuestra lengua tenga el grado normal de uso que le reconoce la Constitución como lengua cooficial.  Ante esta agresión, entiendo que la defensa propia está plenamente justificada.

viernes, 20 de abril de 2018

El síndrome infantil



No, este escrito no tiene nada que ver con tiernas criaturitas, si no con Infantes o, para ser más preciso, con Infantas, ya que sus actuaciones han dado lugar  a un síndrome que se caracteriza por el siguiente cuadro clínico: Personas aparentemente muy preparadas, y con responsabilidades varias, en un dado momento se vuelven ignorantes, y con una grave pérdida de memoria, que llega a ser preocupante, e, incluso, se podría confundir con el Alzheimer, si no fuese por su condición selectiva, ya que solo se olvidan o desconocen las consecuencias de  aspectos muy concretos de sus actividades.

Cierto es que, anteriormente, ya se habían dado casos semejantes en personas de gran relevancia social y política, como le ocurrió a nuestro ex Presidente del Gobierno D. Felipe González, el cual solo se enteraba de los escándalos financieros, o de cualquier otro tipo, al leer los periódicos, pero que nunca fue capaz de detectarlos personalmente, a pesar de que se sucediesen en su propio entorno.

Sin embargo, el caso más relevante, y el ha dado nombre al síndrome en cuestión, ha sido el de la Infanta de España, Dña. Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia, que, en el transcurso de la instrucción y del juicio a que fue sometida, junto a su marido, a su ex socio y esposa,  y a una serie de personajes de la política, no fue capaz de recordar ninguna de sus actuaciones en el Instituto Noos y/o de las responsabilidades que pudiese tener como dirigente nominal del citado Instituto. En su caso, además, desconocía todo el mecanismo de funcionamiento y financiación  del complejo sistema creado, y del cual ella era una de las dirigentes, como consta en sus más de quinientas contestaciones de no recuerdo o no lo sé. Es conveniente recordar aquí , para ver la gravedad de los síntomas, que ella es Licenciada por la Universidad Complutense, y no por la Universidad Rey Juan Carlos, en Ciencias Políticas, y que realizó un Máster en Relaciones Internacionales , tampoco en la mencionada URJC, si no en la Universidad de Nueva York.

Pero no se crean que el síndrome de marras afecta únicamente a personas de sangre real. Afecta indiscriminadamente a nobles y plebeyo. Podría citar innumerables ejemplos desde que se ha tipificado la enfermedad, pero citaré solo dos casos, por ser de plena actualidad, y porque afectan a dos señores que, por pertenecer a un partido político que se define como republicano (otra cosa son sus actuaciones), están muy lejos, o al menos deberían estarlo, de tener “sangre azul”, y las consecuencias que esta circunstancia puede acarrear debido a consanguinidades.

Me estoy refiriendo a los ex Presidentes Autonómicos de Andalucía, Srs. Chávez y Griñán. Los dos coinciden en que sabían de la existencia de los ERE’s, pero  desconocían la forma y los requisitos para otorgarlos, y mucho más aún que se concedieran de forma fraudulenta. Culpan, si es que alguien es culpable, a sus Consejeros, que tenían la obligación de controlarlo. Claro que, por culpa del malhadado síndrome, se olvidan de quienes nombraron a esos Consejeros, y de que los más de 750 millones de euros repartidos son algo más que calderilla, y,  por tanto, hace falta un seguimiento exhaustivo de esas partidas. Bueno, también se olvidan de su responsabilidad política. Pero hoy en día ¿Quién tiene en cuenta la responsabilidad política?

Como no quiero ser víctima del síndrome yo también, tengo que recordar que los casos que he citado están relacionados con  acciones judiciales por posibles actuaciones de carácter penal, y que, por tanto, en vez de ser un síndrome, quizás fuese una estrategia de defensa, ya que nuestra legislación admite que un procesado mienta, si considera que con ello  mejora su defensa. Como siempre digo, soy una persona muy ingenua, y no puedo creer que una miembro de la Familia Real, cuyo objetivo es ser el representante del Estado, o que dos socialistas del partido que alardea de tener una trayectoria de más de 100 años de honradez, utilicen argumentos que, a pesar de ser legales, carecen de toda validez ética.


viernes, 13 de abril de 2018

Del huevo y el fuero



El diccionario de la Real Academia de la Lengua española define la palabra ética como: “Del lat. ethĭcus, y este del gr. ἠθικός ēthikós; la forma f., del lat. tardío ethĭca, y este del gr. ἠθική ēthikḗ. Tras su etimología, y ya en la segunda acepción, especifica: “Recto, conforme a la moral”. Y por último, en su cuarta entrada: “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva”.

Nos estamos acostumbrando, y, especialmente, se están acostumbrando nuestros dirigentes políticos a actuar en función de si un hecho es legal o no lo es. Pero, lo que es más inquietante, a hacerlo en función de si la sentencia es condenatorio o no lo es, sin que importe la causa de la no condena. Celebran igual si la absolución es por inocencia total, o por defectos formales en el juicio, o en su instrucción, o también igualmente por la  prescripción del delito. Para ellos, y, por desgracia, para los votantes, todo se queda en el veredicto, y no en las razones de dicho veredicto.

Por su parte, los partidos políticos, en general todos los partidos, en mayor o menor medida, utilizan la política que popularizaron los EE.UU. de: “He is a son of a bitch, but our son of a bitch”, amparando a aquellos que no obran rectamente, que delinquen, y manteniendo esta posición hasta que es completamente inaguantable para sus intereses. En ese momento, en el que dejan de ser útiles o se convierten en una rémora, los expulsan o los hacen dimitir, abandonándolos a su suerte, a no ser que dispongan del suficiente material sensible que pueda perjudicar al Partido, en cuyo caso se les apoya, de forma más o menos encubierta.

Me figuro que todo el mundo (bueno todo el mundo que lea esto) habrá adivinado a estas alturas que quiero referirme al caso del Máster de la Sra. Cifuentes como ejemplo típico, pero no único, en cuya trama no cesan de surgir cada día nuevas irregularidades. Algunas de ellas no pueden achacarse, por muy buena voluntad que se le ponga, a simples errores informáticos. No hablaré de firmas falsificadas, de reuniones que nunca fueron, o de “actas reconstruidas”, que pueden resultar delitos tipificados en nuestro Código Penal. Tampoco quiero entrar a valorar de quien es la culpa, si de la Sra. Cifuentes o de la Universidad Rey Juan Carlos, o de ambas partes, en mayor o menor medida.

Lo que resulta innegable es que la citada Sra. Cifuentes recibió trato de favor por ser ella quien era. Recibió trato de favor al poder formalizar la matricula fuera de plazo, y después de haberse impartido un trimestre del Máster sin su asistencia. Recibió trato de favor al eximirla de asistir a clase, a pesar de ser obligatoria la asistencia al 80% de las clases, como mínimo. Recibió trato de favor al no presentarse físicamente a los exámenes. Recibió trato de favor al cambiarle dos calificaciones, sin seguir el protocolo establecido.

Podrá alegar que ella no era conocedora de las falsificaciones, de los “fallos informáticos”, y de todo lo que parezca bien. Nuestra legislación, basada en el Derecho Romano, admite, en contra de lo que disponen otras doctrinas legales, que un procesado puede basar su defensa en mentiras y engaños. No se pone en duda que este proceder es legal. Pero ¿Resulta ético?

Indiscutiblemente, a fecha de hoy, la sra. Cifuentes es inocente. No ha habido ninguna sentencia, y, posiblemente, no la haya nunca, que diga que es culpable de nada. Pero también es indiscutible que se aprovechó de un injusto trato de favor hacia ella, y eso hace que sintamos asco y repulsión ante una parte de “los padres de la patria” ovacionándola, y arropándola ante su carencia de ética. ¿Qué clase de sociedad hemos alcanzado? ¿La del todo vale con tal de que no me descubran? ¿La del esfuerzo es para los otros ya que yo me puedo aprovechar de las circunstancias? ¿La que representa el oportunismo y la picaresca por encima del trabajo y el esfuerzo? ¿La de que las instituciones deben estar a mi servicio porque puedo otorgarles favores?

No quiero, repito, entrar en si su conducta es ilegal o no. No tengo potestad ni conocimientos suficientes para ello. Pero sí que le reprocho a ella, y a todos sus defensores, que sean incapaces de ver el grado de depravación ética en el que están sumidos, y están sumiendo al país.

 


viernes, 6 de abril de 2018

Una de presupuestos



En un país llamado España, habías una vez un elfo con cara de ministro (¿O era al revés?) que cada año al distribuir las riquezas del reino empezaba siempre con la misma cantinela: “Los presupuestos de este año son los más sociales de la historia y marcan un hito” Naturalmente que no era verdad, pero se había aprendido la frase, que al sonarle bien  sus oídos y comprobar que incluso había gente que se la creía, no dudaba en repetirla.

Tras este preámbulo, pasemos a analizar  algunas contradicciones y falsedades que contienen los Presupuestos Generales del Estado.

En primer lugar, desmontemos la mentira de denominar  a estos presupuestos sociales, basta ver su desfachatez y su impudicia, ya que alardean de subir hasta un 3% por ciento las pensiones más bajas, lo que representa en el mejor de los casos unos 18 euros al mes para pensiones de 600 euros, mientras mantienen el degradante aumento del 0,25 % al resto de pensiones. En tanto que el gobierno se auto incrementa sus salarios en un 1,5% ¿Cabe más hipocresía?

Tachan de expansivos los presupuestos, cosa que correspondería, ya que han dado por finalizada oficialmente la crisis. A primera vista, así parece que son. Pues los presupuestos crecen un 2’98 %, cantidad  superior  a la del  IPC, que fue del 2,7 %. Sin embargo ese aparente aumento, no tiene en cuenta la inflación que en ese  periodo, fue del 1,5%. Cuestión que varía el valor real del hipotético incremento.

Otras de las aparentes de mejora social es el incremento, en la Ayuda a la dependencia  cosa que sería de aplaudir, si no tuviéramos en cuenta que el aumento de esta partida es de 46 millones, pero elude informar que el año pasado, no se realizaron 44 millones de los presupuestados, y nada parece indicar que vaya a modificar su postura para aplicar todo el dinero disponible para esta partida.

La retribución a funcionarios, partida que crece de forma notable,  va destinada  en gran parte, a la justa equiparación de las fuerzas de Orden Público. No  olvidemos ese aparente reconocimiento a los funcionarios, es muy parcial y forzado por las circunstancias, ya que la verdadera  disposición hacia el funcionariado se demuestra en su proceder en  Baleares, donde se oponen a la aplicación a la llamada carrera laboral de los mismos.

Como todo no van a ser críticas, es de destacar en el carácter positiva  la bajada del IVA a la cinematografía, equiparándolas a la de los espectáculos con actuaciones en directo.

Y ya que hemos hablado de Baleares,  señalar que al igual que el resto de comunidades de habla catalana: Catalunya y Comunidad Valenciana, están financiada bastante peor que la media nacional. Se conoce, que los responsables de confeccionar el presupuesto,  no hablan catalán ni en la Intimidad.

Si nos centramos en el tema de Les Illes Balears, lo primero que llama la atención, es que la inversión por habitante en las islas, es de 153,41 euros, muy por debajo de la media nacional que se sitúa en 214,54 euros, y ya no hablemos de las diferencias con las que mejor están financiadas, que se encuentran a distancias astronómicas. Otras de  las partidas que llaman la atención y en la que además  hay un flagrante incumplimiento, es en el tema de las carreteras, partida que se debía financiar, según convenio con 120 millones de euros, cuando en los presupuestos enviados para su aprobación figuran unos raquíticos 15 millones que dejan al Govern un agujero de 115 millones. Hay otro extremo, que resulta crucial para los ciudadanos/as de las islas, como es el tema de los descuentos en tarifas de  las comunicaciones aéreas, donde se solicitaba una bonificación de un 75% de descuentos a los residentes y el Sr. Montoro, ha hecho oídos sordos a las peticiones de las autoridades de las comunidades insulares y la ha mantenido en la cantidad actual. No obstante, en este apartado al ser una petición que también defiende el Gobierno Autónomo de Canarias, si el Gobierno necesita el voto favorable de los canarios, aún se puede salvar esta reivindicación. Esta necesidad,  que aun en contra de que a muchos les pueda parecer un privilegio, no es tal. Ya que  no se puede olvidar que desde las islas no podemos utilizar carreteras ni ferrocarriles para trasladarnos al resto de los territorios.

Resulta bastante indignante que para aprobar estos presupuestos tan poco sociales, ya que además de lo expuesto, por la estructuras fiscales que no se modifican,   el peso de la financiación cae sobre los trabajadores dadas las condiciones favorables que reciben en la tributación las sociedades.

 El Gobierno intentó comprar  el voto favorable del PNV aumentando el cupo vasco, sin embargo dada la oposición frontal de este último partido a la aplicación de artículo 155, ha decidido denegar su aprobación a los presupuestos  en tanto esté en vigencia el referido artículo. Ahora  el PP busca desesperadamente el apoyo del P(SO)E,  que de momento dice que no los apoyará. Esperemos que no ocurra como en el “No es No” y termine cediendo a “los altos intereses del Estado”

Por último y en plan de “La voz que clama en el desierto”, me gustaría recordar a los pensionistas en particular y a los votantes en general, que estos no son los Presupuestos del PP, son los Presupuestos del PP y del C’s, así que al mirar sus pensiones incrementadas con las cantidades que vienen o las deficientes financiaciones en Salud y Educación, tengan en cuenta quien ha aprobado los presupuestos, al tiempo que recuerden  que el Gobierno se ha auto aumentado el 1,5%. Ya sé que no servirá de nada, pero al menos me quedo descansado diciéndolo

 

 


viernes, 30 de marzo de 2018

Los tres monos


El diario de Palma Última Hora en su primera página y con una tipografía destacada da la siguiente noticia: “Interior blinda la visita de los Reyes a Palma por el conflicto catalán”.  Esta noticia,  se desarrolla en páginas interiores, en las que informa que ya han llegado 50 policías de la península para controlar la presencia de “alborotadores anti sistema”. Al ver el citado titular, no he podido menos que recordara  los tres monos chinos que representan el camino hacia la felicidad: No ver, no oír, no hablar.

La postura que está adoptando la Monarquía, arropada por el Gobierno de España, parece estar diseñada para garantizar la felicidad de los Reyes.

Si, los jubilados salen en masa a la calle reclamando unas pensiones dignas como establece el Capítulo Tercero artículo 50  de la Constitución española, el Rey de todos los españoles, incluidos los jubilados, no los ve, ya que se va para descansar a una estación de esqui para disfrutar de  nieve, lugar poco propicio para manifestaciones de personas con un esquilmado poder adquisitivo, debido a las políticas neo liberales del gobierno  y  adonde difícilmente llegará el clamor de las justas reivindicaciones de un colectivo de más de nueve millones de personas que año tras año son burlados  con unas subidas que atentan contra su dignidad.

Si los Reyes, deciden como es habitual desde hace ya muchos años, pasar parte de sus merecidas vacaciones de primavera, para ellos Semana Santa, en Palma. Se blinda por parte de la policía, el entorno físico en el que es previsible vayan a  desarrollar sus actividades, pues corren el peligro de que puedan oír que en España hay presos y exilados políticos, que se dictan euro órdenes  de detención  a políticos por expresar sus ideas y que dichas ordenes, se basan en  unos criterios legales muy discutidos, tanto en España como en el extranjero,  por una parte muy numerosa de los integrantes del mundo del derecho.  Se blinda su visita en un vano intento que la contestación interna a la postura del gobierno no llegue hasta él ,y que se percate que el malestar y la contestación a esas medidas,  no es cosa de “cuatro fanáticos catalanes”,  que en otros lugares, incluida Mallorca, hay personas que entienden que en una democracia, los problemas políticos se resuelven por medios políticos y no mediante los tribunales, sobre todos, con unos tribunales, como el Tribunal Constitucional, con unos miembros elegidos por unos partidos claramente posicionados en el tema catalán, o con un Juez Instructor, al parecer con una fuerte coincidencia ideológica con los postulado de la FAES.

El único apartado que puede empañar la felicidad de nuestra monarquía, es el referente al: “No hablar”. Pues si bien en casos muy candentes como el tema de la corrupción o el ya mencionado de  las reclamaciones de los pensionistas, ha mantenido un sepulcral silencio. Solo en el caso del Catexit y todo su proceso, si que habló. Y hablo como parte beligerante en el conflicto de forma claramente  en contra de la posición de una parte de sus teóricos súbditos: los independentistas, que no olvidemos, que en tanto permaneciesen dentro del Reino de España, son  una opción política tan digna de respeto como cualquier otra, o al menos así lo determina la tan amada por algunos, Constitución española. Claro que ahí, en esa cuestión, el Rey, era y es  juez y parte, ya que los independentistas abogan por una república, y en ese asunto, se jugaba una buena parte de sus “mongetes”