Desde que
se ha producido el masivo despelote (full monty) de declaraciones de hacienda a
cargo de nuestros políticos, reconozco que ando un poco perdido.
Presentar
públicamente la declaración, según ellos, es una prueba de que son honestos, que
tributan con arreglo a la ley. No lo voy a dudar, ya que en caso contrario me
podrían tratar de golpista por dudar de la legitimidad e idoneidad de los
elegidos democráticamente en las urnas, ya hay precedentes de ser tildados así
por manifestarse en contra del PP.
Ando
perdido, porqué sé soy muy despistado y se me ha podido pasar algo por alto toda
vez que en mis declaraciones, me salto unas cuantas páginas, al no haber nada
en ellas que me pudieran afectar. Pero he repasado reiteradamente y con mucho cuidado los formularios y la verdad, no he sido capaz de encontrar
nada que me ayude a entender que tiene que ver la declaración con la
honestidad. No he podido o sabido encontrar ningún apartado o epígrafe para
incluir las cantidades recibidas en sobres sin contrapartidas contables, ni en
comisiones ilícitas, ni de lo depositado
en paraísos fiscales o hablando en general nada de lo “mangado”. En fin, que a
pesar de la buena fe que les supongo a todos los supuestos ladrones de cuello
blanco, creo que se deberán encontrar con serias dificultades a la hora de
declarar lo adquirido ilegalmente. Posiblemente si el Sr. Matas, que no
olvidemos hizo públicas sus declaraciones de hacienda hubiese hallado los
citados epígrafes quizás no se encontraría con los problemas judiciales en que
se encuentra ahora. Otro tanto posiblemente sea lo acontecido al Sr Undargarin.
Por cierto,
no quiero dar lecciones a nadie, menos a la Sra. Cabrer, pero a pesar de ello,
me permito sugerirle que le recomiende a nuestro President D. Juanrá I El Engominado una
receta que siempre preconizaba mi abuela contra la falta de memoria: rabos de
pasa. No sé si se tenía que administrar en infusión o masticados lentamente,
pero dado que continua ejerciendo como farmacéutico, al menos económicamente
hablando, sabrá como se tiene que tomar y así evitar las omisiones por olvido
en su declaración de actividades evitándose situaciones que los malpensados
podrían atribuir a un intento de engañar a la ciudadanía.
Publicado en El Periscopi el 15 03 2013