Acaba de trascender que poco antes del 23 de
febrero, un individuo, invito a su padre
y a unos “amiguetes” a comer una paella.
Hasta aquí todo normal. Entonces ¿Qué motivo hay para este escrito? Pequeños
detalles que hacen singular este hecho, a saber: La comida se celebró en unas
dependencias de la Guardia Civil, la cocinaron y sirvieron Guardia Civiles que
estaban de servicio, el anfitrión era un Tte. Coronel del citado cuerpo, su
padre, uno de los invitados, es el golpista ex Tte. Coronel Tejero, pero además
de ese delincuente, con la pena cumplida pero delincuente, se
encontraba el golpista y torturador (¿debo decir presunto?) Muñecas y
algunos otros de los visitantes, y no de turismo, al Congreso de los Diputados
en aquél 23 F de infausta memoria.
El Tte. Coronel, no pidió permiso para esa comida, pecando
de ingenuo, ya que si lo hubiese hecho seguro que se lo hubiesen concedido, ya
que su destitución, ha sido oficialmente por ese motivo.
Se sirvió de la cocina, del comedor, de los
servicios, de la mano de obra y no me
extrañaría que los ingredientes de la paella fuesen del presupuesto de la
dependencia. Es decir, las juergas y la celebración, se la pagamos nosotros, y
solo le apartan del mando por no pedir permiso.
Y ya que hablamos del 23 F y de algunos de sus
perpetradores, podemos recordar que el juicio del golpe de estado, fallido
afortunadamente, fue un verdadero escándalo, debido al vergonzante “pacto del capó”, no se tomó
ninguna medida sobre los números y suboficiales que intervinieron aduciéndose a
la obediencia debida, no es una
justificación para realizar actos ilícitos. Por otra parte a los que si se les
juzgo, no se les acuso de todos los delitos cometidos y fueron condenados con
penas muy leves que no correspondían a los hechos que cometieron e incluso
varios continuaron en el ejército. ¿Nadie se acuerda de los del UMD fueron apartados y no amnistiados a pesar que
se enfrentaron a la dictadura franquista buscando la democracia?
¿Se ha dado cuenta alguien en el gobierno o la
oposición que esto se puede tipificar como exaltación del terrorismo? O ¿es que se prefiere cubrir con un manto de
silencio todo lo referente al 23F para evitar que alguien que vive del recuerdo
de su actitud en la citada noche se encuentre ante la realidad que su
“heroísmo” no fue tal?
Por cierto, ¿donde está la gallardía, la valentía y
el honor, virtudes castrenses de la que alardean, si cuando los descubren
niegan la intención? Son tan cobardes que solo saben alardear de salón, pero no
son capaces de mantener sus actos.
¡Qué nauseas provocan!
Publicado en El Periscopi el 21 03 2014