No es para intentar aguar la fiesta al PP
¿Quién soy yo para esos menesteres?, pero al leer: los datos del paro
registrado, de la E.P.A. y de las cifras de afiliación a la Seguridad Social. Me
parece que están haciendo trampas en un solitario, además tratar de convencernos de
que las trampas, son las reglas.
Primero, vamos a recordar el significado
de cada cifra, ya que por sabidos los conceptos, a menudo no los analizamos y pueden
llevarnos a engaño.
Paro registrado.- Como su propio nombre
indica, refleja la cifra de personas que están paradas y que en muchos casos, voluntariamente
están inscritas en las oficinas públicas existentes para registrar estas situaciones. Al ser de
carácter voluntarios su inscripción en ellas (a no ser que reciban prestaciones
de desempleo) si las personas no reciben prestación alguna, no son llamadas para realizar cursos de
capacitación y ante el escaso número de empresas que utilizan sus servicios.
Una consecuencia lógica resultante, es que cunda el desánimo y dejen de renovar su
afiliación. ¿Qué duda cabe que los que encuentran empleo causen baja en en el
registro y dejen de figurar en estas listas? Pero no hay datos fiables, no se
sabe el porcentaje de los que son baja en el censo de estas oficinas por
encontrar empleo ni de los que la abandonan por pura desesperanza No conviene
además obviar aquí, que muchos emigrantes que figuraban inscritos, han dejado
de estarlo por volver a sus países de origen o por emigrar a otros con más
expectativas de empleo.
E.P.A. Es mucho más fiable como método de
contabilizar que el sistema anterior ya que se pregunta directamente si se está
ocupado o parado, pero en mi opinión, este método de medida, adolece de un problema a la hora de analizar
la situación socio-laboral: Trata por igual al que trabaja una hora a la
semana, que al que tiene un contrato estable con jornada completa. Tan activo,
es considerado el uno como el otro, pero es evidente que su situación laboral y
social es completamente diferente.
Afiliación a la Seguridad Social. Es de
las tres formulas expuestas, la más fiables, ya que se basa en datos reales, y
no en encuestas o adscripciones voluntarias, aquí si no se quiere delinquir,
tiene que haber una afiliación obligatoria a la Seguridad Social. ¿Es la forma
ideal para medir la cantidad de gente ocupad? En principio, sí. Sin embargo
adolece del mismo grave defecto que ya apunté para la E.P.A.: Trata igual a
los/as trabajadores/as que están contratados por una hora a la semana que a los
que gozan de contrato indefinido a jornada completa.
¿Cuál sería entonces un sistema que
midiera más exactamente la realidad de la evolución del empleo? A mí, se me
ocurre, y no pretendo que sea: ni el mejor ni el único, consistiría en computar
el total de las horas contratadas y por
tanto contabilizadas en la Seguridad Social. Sería un termómetro más fiable para
conocer la evolución del empleo que los utilizados actualmente. Pongamos un
ejemplo de la situación actual: tres personas con un contrato por dos horas
diarias cada una, contabilizan como más empleo, que alguien con contrato con
jornada completa.
No voy a entrar ahora si el reparto del
trabajo, es beneficioso para los intereses generales o privados, cada uno tiene
su opinión que podremos discutir en otra ocasión,.
Simplemente he expuesto mi opinión de tener un
instrumento, objetivo y más real, para poder medir la evolución del mercado del
trabajo. ¿Le conviene este u otro método objetivo al Gobierno? Creo que cada
uno tiene su opinión, pero quizás sería conveniente que los/as votantes se lo
exigiésemos a los partidos en las próximas elecciones.
Publicado en El Periscopi el 10 08 2015