viernes, 24 de septiembre de 2021

Ahora sí (o eso creo)

 



Infinidad de veces me he preguntado la razón por la que  eran posibles los resultados de algunas elecciones, por los mecanismos mentales que llevaba a algunos votantes a elegir  entregarle su voto y su confianza a formaciones políticas que defienden intereses en contra de los suyos propios.

Era un misterio insondable para mí. Pero, de momento, y casi por azar, como suele ocurrir con todos los grandes descubrimientos, pude ver la verdad. Las circunstancias fueron las siguientes:

Debido a cuestiones que no vienen al caso, estoy cambiando el soporte de mis lecturas, del tradicional papel, a la pantalla informática, incluida la prensa diaria. De este acto, aparentemente anodino, surgió todo el proceso, y, a modo de Champolión, voy devanando el misterio.

Llamó mi atención un pequeño recuadro en él que se aludía a un lector muy preocupado por el volcán de la isla canaria de Formentera. Dado que conocía la Formentera balear (o, más propiamente, pitiusa) busqué antecedentes de esa desconocida. Al no encontrar nada sobre ella, y cuando estaba a punto de cejar en mi empeño vi, junto a la noticia, un icono que al pulsarlo mostraba los comentarios de los lectores a esa misma noticia. No logré averiguar nada nuevo sobre la isla de marras, pero, a cambio, he logrado saber todo sobre el  volcán – novolcán, sus orígenes y causas, y, sobre todo, sobre el responsable de la erupción. En el origen hay cierta discrepancia, muy cortés y académica, pero discrepancia al fin, ya que no se tiene y claro si es verdaderamente un volcán al que por medios exógenos le hacen echar lava, ya que un volcán  sin chorro de fuego en la punta no resulta digno y refuerza la estética de los “perrosflauta”, o bien se trata, directamente, de una fuente artificial de lava.

En las causas también hay dos hipótesis: aunque una gran mayoría aboga por que todo es una estratagema del pérfido y usurpador Presidente Pedro Sánchez para que no se hable de la subida de la luz, y, como es habitual, piden su dimisión; la otra postura es que es un castigo de Dios por las maldades cometidos por el citado Sr. Sánchez y por su gobierno de socialistas-comunistas-rojos-bolivarianos. Naturalmente, los partidarios de esta segunda postura también piden la dimisión del Presidente. Estas opiniones sobre las causas, en realidad, no son tan antagónicas, ya que un porcentaje muy alto aboga por los dos orígenes al mismo  tiempo.

En cuanto al responsable no hay duda: el presidente D. Pedro Sánchez que, bajo su bello rostro de embaucador, encierra un alma luciferina capaz de las mayores atrocidades. Lo que no he acabado de entender es si el Presidente es solo el responsable de la lava que se está vertiendo en la isla de La Palma, o si también fue el responsable de los sucesos del Etna o del Vesubio.

Creo que no estaba bien informado ya que siempre había considerado, entre otras cosas, a Santiago Abascal como un político mediocre cuya mayor, cuando no única, habilidad era buscar chiringuitos políticos para cobrar sin trabajar. Sin embargo, según parece por los comentarios de los que deben conocerlo, es un súper héroe con camisa estrecha, capaz de solucionar todos los problemas de España, volcán incluido, y sin despeinarse.

Lamentablemente, y en quebranto del equilibrio y ecuanimidad, prácticamente no hay aportaciones como la de alguien que afirmaba, interpretando libremente el tema, que si una parte de la izquierda no repetía el milagro de los panes y los peces era porque resultan una ordinariez, y que harían el milagro de las langostas y la chapatas.

Seguiré indagando en ese perfil.

 


viernes, 17 de septiembre de 2021

La frase mágica (2)


 


La semana pasada, al hablar de la voluntad política, pude dar la sensación de que me refería a la disposición para que llegara a buen fin lo legislado, o, exclusivamente, a la voluntad en positivo. Pero, es tanto  una manifestación de dicha voluntad de que se cumpla lo acordado, como la firme decisión de que no se cumpla, es decir, la voluntad negativa.

En el caso de evitar que se cumpla una ley, hay que apelar a triquiñuelas para evitar que dicho incumplimiento pueda ser objeto de responsabilidades legales. A no ser que lo cometan los mismos que tienen la potestad y responsabilidad de juzgar dicho incumplimiento, como es el caso de la renovación judicial, donde la misma cúpula de dicho poder es, cuanto menos, cómplice del incumplimiento del mandato constitucional de renovarse, llevando un retraso de más de mil días, casi tres años.

Son cómplices porque, por mucho que intenten justificarse, presentándose como víctimas de la situación, mantienen sus puestos y prebendadas por encima del sentido ético, a pesar de que numerosas voces proponen su dimisión en bloque, que forzaría la adopción de soluciones drásticas para desbloquear la situación. Pero no, prefieren desprestigiar la institución, llegando a la denigrante situación de tener que suplir las bajas por fallecimiento de miembros de la Sala de lo Contencioso Administrativo con jueces militares.

No sólo es este caso, hay otros en los que las actuaciones de algunos políticos harían enrojecer al propio Lázaro, y sorprenderían incluso al avisado ciego.

A la Dirección del PP no le gusta la Ley de Memoria Histórica, hay demasiados ancestros implicados que no saldrían bien parados. Pero no se atrevió a derogarla al llegar al Gobierno por el temor a que comparan sus actuaciones con respecto al fascismo con las del resto de partidos de la derecha democrática europea.

La Ley fue, como recordarán, promulgada durante la presidencia del socialista Rodríguez Zapatero. Posteriormente, al resultar triunfador por abrumadora mayoría el PP, su Presidente, el Sr. Rajoy, se encontró en la difícil tesitura de:

A)    Incumplir la Ley conforme a los sentimientos de muchos de sus seguidores, herederos políticos del franquismo, a pesar de las posibles consecuencias legales.

B)    Derogar la ley, acto que legitimaría de facto el fascismo, quedando retratados en las instituciones internacionales como contrarios a una ley que pretendía paliar los efectos más evidentes de las atrocidades cometidas.

C)   Buscar alternativas para impedir su cumplimiento de una manera taimada.

Cómo era previsible, esta tercera alternativa fue la adoptada. No la derogó, pero los fondos económicos presupuestados para su cumplimiento fueron cero euros, como se ufanaban al difundirlo a los cuatro vientos en un alarde cinismo.

Este caso nos enseña que hay un método infalible para distinguir si hay verdadera voluntad política a la hora de promulgar o hacer cumplir una disposición legal, tanto en positivo como en negativo: Consiste en hacer caso omiso de los diferentes debates políticos presentados como el de la nación, la comunidad autónoma, o cualquier tipo de administración, y centrarse en los Presupuestos. En ellos se ve hacia donde se va dirigir verdaderamente la política de la Administración. Todo lo demás son palabras vacías.

¿No se lo creen? Miren en los presupuestos municipales los fondos asignados para contrarrestar actos vandálicos del tipo pintadas, ensuciar la ciudad, o circular por las aceras con bicicletas y patinetes.

 


viernes, 10 de septiembre de 2021

La frase mágica (1)

 



Desde siempre se han asociado frases más o menos complicadas a hechizos y sortilegios para que se cumplieran deseos o condiciones. Se han utilizado desde: “Abracadabra”, supuestamente cabalística, hasta las de películas infantiles como “supercalifragilisticoexpialidoso”. El problema es que ninguna funciona, salvo en los cuentos o leyendas, por mucha voluntad, vehemencia, o intención que se ponga al pronunciarlas, o por mucho que, en un alarde de ingenuidad, se confié en obtener resultados.

¿Quiere decir esto que no hay ninguna frase mágica capaz de mejorar la vida de las personas? Como frase en sí, aunque se repita como un mantra, no la hay. Sin embargo, si verdaderamente se cree en ella, y se lleva a la práctica el deseo, sí que funciona, y sus resultados pueden llegar a ser espectaculares.

Eso sí, repito a pesar de que pueda ser reiterativo: No basta con expresarla. Hay que creer en ella, defenderla, poner los medios adecuados para que prospere, y entonces surgen los resultados esperados.

La frase en cuestión es: “Voluntad política”.

Un ejemplo en positivo: Uno de los acuerdos del pacto de legislatura entre el PSOE y UP fue subir el salario mínimo interprofesional (SMI) en tramos anuales. El primer año hubo voluntad política de las dos formaciones, y se cumplió el acuerdo al haber verdadera voluntad política.

Aunque la aceptación de la voluntad política no quiere decir que se vaya a tener en un tema para siempre. En este caso, tras la crisis producto de la COVID 19, uno de los agentes sociales, acostumbrado a que el gran peso de las crisis económicas lo sufran los trabajadores, se opone a la subida del SMI. Ante estas presiones, uno de los firmantes del acuerdo ha sufrido una merma salomónica en su voluntad política, y parece ser que se va a decantar por una subida, pero menor a la acordada en el documento original. El resultado práctico será que ni sus socios de gobierno ni los agentes sociales quedarán satisfechos.

Aunque pueda resultar anecdótico, resulta muy significativo que, con frecuencia, se juzga, incluso por los medios, el grado de eficiencia de una legislatura por el número de leyes aprobadas, y no por la posibilidad de aplicarlas.

Ejemplos de leyes para quedar bien de cara a “la galería” son las promulgadas en relación con servicios sociales básicos, como la sanidad o la educación, al tiempo que se alardea de una drástica rebaja en los impuestos. Esto podría resultar creíble (en parte) si los responsables políticos se recortaran significativamente sus emolumentos, limitaran el número de asesores, al tiempo que estos no recibieran estipendios de goleador de un equipo de futbol puntero, y, por supuesto, si desmontaran los incontables chiringuitos políticos.

Dado el cuantioso número de leyes que cuando se promulgaron parece que confiaron en su cumplimiento a partir de la fórmula del “abracadabra”, en vez de poner en marcha la voluntad política de cumplirlas, no sería mala idea hacer un repaso más exhaustivo al respecto, pero eso será en una próxima semana.


viernes, 3 de septiembre de 2021

¿Independencia Del Poder Judicial?


 

Triste, muy triste es la condición de un país en el que los garantes del cumplimiento de la Constitución son los primeros en conculcarla.

Se está incumpliendo el precepto constitucional de la renovación del Poder Judicial.

¿Se puede confiar en la integridad de unas personas que se aprovechan de una situación para beneficiarse personalmente y no toman ninguna medida para resolver la ilegal situación en la que se encuentran, tanto más irregular al ser ellos mismos a los que les compete salvaguardar el orden constitucional?

Cierto es que el origen de la anómala situación no puede ser atribuido al Poder Judicial, sino al Poder Legislativo que, con su falta de previsión en dar alternativas para desatascar situaciones como la actual, provocadas por las previsibles trapacerías de algunos partidos políticos que, faltos de sentido democrático, y, por supuesto, también del sentido de la ética, no dudan en prostituir los mecanismos legales, y arrastrar en su ruindad a otros poderes, en este caso al Judicial.

No es menos cierto que a la cúpula del Poder Judicial la situación alegal le resulta muy beneficiosa, y, por tanto, en vez de buscar una solución para poner fin a la irregular situación, pone palos en la rueda a todas las medidas que se proponen desde una mayoría de los órganos legislativos. Por supuesto, tampoco atiende a las indicaciones que en ese sentido ha recibido de instancias comunitarias.

No se limitan únicamente a permanecer en el puesto que usurpan. Realizan nombramientos para puestos vacantes, que, casualmente, siempre recaen en personas afines a sus posiciones ideológicas, y, casualmente también, nombran a los magistrados que tienen que juzgar a políticos, incluso a partidos que, con sus artimañas de filibusteros, hacen inviable la resolución del problema.

Ciertamente, no solo nombran a los jueces que van a juzgar, también separan de las causas a otros que no resultan tan de su agrado o confianza.

En el  caso más extremo, se juzga y condena sin las debidas garantías procesales a un Juez que resultaba especialmente molesto. Me estoy refiriendo a D. Baltasar Garzón, sobre el cual el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha dictaminado que: “El ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón fue inhabilitado en un "proceso arbitrario”.

Ante este varapalo internacional, no ha habido reacción alguna por parte del Poder Judicial. No ha pasado nada. Nadie de los que incoaron el proceso, ni los que lo permitieron, y, teóricamente, lo supervisaron ha tenido nada que decir al respecto. Se limitan a callar, y a seguir cobrando el sueldo, y a gozar de las prerrogativas del cargo.

Con una cúpula de este jaez ¿Le extrañan a alguien actuaciones como las siguientes?:

No exigir al PP los ordenadores de Bárcenas que se encontraban en su sede para revisar su contenido hasta mucho después, cuando ya habían sido borrados, formateados, y destruidos los discos duros de los citados ordenadores, que, supuestamente, contenían información relativa a la llamada “Caja B”.

Qué el clan Pujol esté en su casa.

Que declaren ilegal el estado de alarma sanitaria, similar al de los países europeos de nuestro entorno, con el burdo argumento de que debería haberse declarado el estado de emergencia, a pesar de no haber perturbación de la paz o del orden interno del Estado.

La disparidad de criterios de los diferentes Tribunales Superiores de Justicia Autonómicos en cuanto a la aplicación de medidas similares anti COVID19 adoptadas por los Gobiernos Autonómicos. Constituyéndose, en la práctica, como poderes ejecutivos, y sustituyendo al elegido por los ciudadanos, al tiempo que creaban inseguridad jurídica y restaban eficiencia a las medidas sanitarias.

Estas actuaciones tienen un cariz político evidente. Así que dejaré para otra ocasión las que se refieren al género y otras muchas más.


viernes, 30 de julio de 2021

Un país feliz (o así) y 6


 

PSOE

Para comprender la historia de la historia de la Izquierda española, y, por ende, la propia historia de España de este último siglo, es necesario conocer las relaciones entre el PSOE, partido hegemónico de la mayoría de votantes, y el resto de formaciones que se ubican en este espacio político.

La desconfianza, los enfrentamientos, el resquemor, cuando no odio, entre  los dirigentes, y también entre buena parte de los militantes y seguidores socialistas y comunistas (o afines) han sido y son constantes. Sus reproches y acusaciones se suceden sin tregua, y cuando en algunos momentos ha habido algo semejante a una tregua en pro de un objetivo común, no han cesado los intentos por parte de ambos de poner trabas y obstáculos para lograr romper y hacer imposible un proyecto común y a largo plazo, para llegar a un fin común.

Estas circunstancias, unidas al tradicional cainismo de la izquierda, empiezan a  vislumbrarse en la situación actual.

Dejaré de elucubrar teorías para volver al objetivo que me marqué al comenzar a escribir esta serie de artículos: relatar la situación a la muerte del genocida general y en los primeros años posteriores al suceso, siempre desde mi punto de vista.

El PSOE es el gran beneficiado de la transición, en parte por méritos propios, que son innegables, y, en parte, por las circunstancias que le favorecieron.

Algunas de las principales causas que forjaron su éxito, pero que no indicaré si fueron endógenas o exógenas para no pecar en exceso de tendencioso, fueron:

a)    No estaba contaminado por el franquismo. El cual, por su parte, pasados los primeros tiempos de la dictadura no los persiguió encarnizadamente para no enemistarse con los países europeos con gobiernos o partidos muy influyentes que coincidían en la misma ideología.

b)    Al haber “roto” con la dirección histórica, que se encontraba en el exilio, se presentaba como un partido joven y europeísta con vínculos con los partidos modernos social demócratas.

c)     La decidida apuesta del SPD alemán en su pugna contra la dirección del exilio, así como en su aparato propagandístico.

d)    Elegir a un líder con carisma personal, y un extraordinario comunicador, con la osadía de poner al partido al borde del cisma al renunciar al Marxismo para tranquilizar a gobiernos de países que pudieran temer un radicalismo que pudieran llevar a España al borde de otro 1936.

e)    La dirección del PCE desmovilizó sus bases, que habían constituido la única oposición organizada y no violenta al franquismo, en pro de una reconciliación nacional, pero no supo trasmitir su mensaje a la sociedad civil.

f)      Tanto Franco como el aluvión de propaganda a escala mundial, no olvidemos que llevábamos años en la era de la guerra fría, donde la esencia de todo mal estaba representada por la URSS, y se demonizaba al comunismo sin hacer distinciones entre ellos. Críticas que según a qué partidos comunistas estaban justificadas, pero a otros no.

g)    Por su parte, el PSOE supo transmitir a la sociedad que era la única formación política capaz de liderar el cambio que el país necesitaba.

Es indudable que consiguió convencer a los españoles. Lo consiguió de tal manera que ellos mismos se vieron sorprendidos por el éxito cuando ganaron las elecciones en 1982 y se encontraron en la situación de no tener cuadros preparados para el aluvión de cargos que tenían que cubrir. Entró gente en avalancha, unos a trabajar por un país mejor, otros…

De esta situación vienen muchos de los males de la izquierda española. Mientras que las bases son de izquierdas ¿Podemos decir lo mismo de algunos de sus dirigentes, incluido su carismático líder (hoy componente de los más selectos Consejos de Administración)?

¿Continuará? Como una continuación de esta serie estructurada en torno a los primeros años después de la muerte del genocida, decididamente no.

No descarto, sin embargo, que pueda intentar analizar la situación presente, resultado de la deriva de cómo se abordó este proceso histórico.

En todo caso, será después de un par de semanas de vacaciones que voy a tomarme durante el mes de agosto. Con esperanza  de que me sigan leyendo tras esta pausa. Deseo que todos aprovechemos estos días de asueto para recargar las pilas

¡Felices vacaciones!


viernes, 23 de julio de 2021

Un país feliz (o así) 5

 



En el primer capítulo de esta serie, advertí que no pretendía ser imparcial y mucho menos equidistante. Dije y creo necesario recordarlo, que pasaría los hechos por mi tamiz ideológico, aunque evitando en lo posible caer en lo tendencioso.

Tras este preámbulo relataré los orígenes de AP, o lo que es lo mismo los avatares de D. Manuel Fraga en la etapa que estoy abordando

Formó parte del primer gobierno de España tras la muerte del genocida en el que desempeñó  el cargo de Ministro de Gobernación. Su labor, fue, por ser benevolente, con más sombras que luces. La extrema derecha campaba incontrolada mientras la represión policial contra las emergentes fuerzas democráticas no tenía nada que envidiar a la de los años más duros del franquismo. De este periodo cabe destacar la frase atribuida a él: “¡La calle es mía!” También y esto no es una frase más o menos desafortunada, los llamados “sucesos de Montejurra” donde la “posesión” de la calle llevó a una feroz represión   que ocasiono varios muertos entre los obreros manifestantes.

La situación no podía perpetuarse y cesó el Gobierno de Arias Navarro. Dando paso al primero de Adolfo Suarez y último no proveniente de los resultados electorales. Fraga tuvo que irse a su casa, pero no por mucho tiempo. Al deshacer el equipaje, que había acumulado durante su etapa como Embajador en el Reino Unido de Gran Bretaña, encontró un carnet de “Demócrata de toda la vida” que venía como regalo en un bombín que había adquirido en la capital inglesa.

Feliz con su hallazgo y aprovechando los nuevos vientos políticos que soplaban en España, junto con seis ex ministros franquistas fundó Alianza Popular (AP) con la esperanza de recoger a todo el franquismo descarriado y huérfano que andaba desperdigado tras la muerte del dictador.

El fracaso fue total, no obstante cosecharon unos resultados que les permitieron formar parte de la comisión que elaboro la Constitución. Eran otros tiempos y se pretendía que el grupo reformista ocupase el espectro político más amplio posible, ya que el peligro de una involución era real.

No obstante que el líder de AP D. Manuel Fraga era uno de los redactores del texto que regiría la vida de los españoles. Esos grandes defensores de la Sacrosanta Constitución  española, esa misma que  la consideran inviolable y el compendio de todo bien, se abstuvieron o votaron en contrade su promulgación.

El Sr. Fraga fue lo suficientemente sagaz para desprenderse sin causar demasiada sangre, de los apellidos más ligados al franquismo, al tiempo que contribuyó al debacle electoral de UCD captando a casi todos los nombres más sobresalientes de dicha formación. De hecho sólo hubo una única de las primeras figuras que pasó al PSOE. El resto, prácticamente en bloque, termino en AP

En estos momentos es cuando Fraga muestra su valía como animal política: Aglutina en torno a su formación desde los restos no asilvestrados del franquismo hasta el centro derecha moderada proveniente de UCD, al tiempo que condena al ostracismo a las figuras demasiado relacionadas con el régimen dictatorial y a algunos de los Barones de UCD que formaron el fermento de su disolución.

AP era el partido que lideraba la Derecha española, Fraga era su cabeza indiscutible sin embargo el PSOE obtenía mayorías absolutas en el Parlamento y en casi todas las administraciones locales y autonómicas ¿Cuál era el problema? El problema era el propio Fraga que tenía su techo electoral. Si bien es cierto que tenía seguidores incondicionales, no es menos cierto que su pasado franquista y sus modos autoritarios le creaban una serie de detractores, que aún coincidiendo en el mismo espacio político se negaban a  otorgarle su voto.

El Sr. Fraga fue consciente de esta situación y con una visión de estadista. A pesar de su desmesurada ansia de poder, supo apartarse de la carrera para acceder a la Presidencia del Gobierno y tras una elección errónea de sucesor, volvió a elegir un nuevo heredero político. El cual llevo a la formación ya rebautizada como Partido Popular a gobernar la nación.

El elegido fue D. José María Aznar López que por su pasado en el Frente de Estudiantes sindicalista de ideología falangista y por el cariz de sus escritos en contra de la Constitución, no hacían augurar que, de ser un oscuro funcionario, Inspector de Finanzas del Estado,  iría escalando peldaños en el refundado PP que le llevarían sucesivamente a la Presidencia de la Comunidad, de Castilla León, a la presidencia de su partido a Jefe de la Oposición y por fin a la Presidencia del Gobierno de la Nación.

En su primera legislatura, que gobernó en minoría, su mandato fue correcto y ponderado, encabezando una tímida lucha contra la corrupción. En su segunda Legislatura la situación varió.

 Aparte de que su elección de ministros fue bastante discutible, ya que la inmensa mayoría de ellos, están inmersos en litigios judiciales por supuestos delitos económicos, cuando no ya condenados en firme. Él por su parte sufrió La Iluminación. Se convirtió en una divinidad del Liberalismo económico y adquirió el don de la infalibilidad.

De sus sucesores y la deriva política del partido, he escrito de forma reiterada y creo que sus futuras actuaciones me den ocasión de seguir haciéndolo

Continuará…

 


viernes, 16 de julio de 2021

Un país feliz (o así) 4


 


A modo de prólogo, y antes de entrar en materia, y por si alguien no lo recuerda, o lo desconoce, debo aclarar que el PSUC (Partit Socialista Unificat de Catalunya) es el partido de los comunistas de Catalunya, y, aunque gozaban de completa autonomía con respecto al PCE, siempre han ido muy ligados, especialmente durante la clandestinidad. Por agilidad en la narración, y para evitar repeticiones, quiero aclarar que, prácticamente todo lo que narro refiriéndome al PCE, se puede hacer extensivo al PSUC.

Estoy convencido de que estas opiniones personales pueden generar fuertes discrepancias, y, posiblemente, tengan algo de razón, y yo peque de subjetivo, pero no hay que olvidar que son mis impresiones las que describo.

La actuación  durante la Transición de las dos formaciones comunistas existentes en España (enfatizo lo de comunistas de España, y no pretendo hacerlo extensivo a otros partidos comunistas del resto del mundo) fue lo que n marcó que el proceso se desarrollase sin violencia (excepto la generada por la extrema derecha, y  por el nacionalismo periférico violento y cerril), demostrando un sentido de Estado, y una responsabilidad ciudadana que resultaron ejemplares, pues renunciaron, en pro de la gobernabilidad, a muchas, quizás demasiadas, cuestiones que desembocaron en su pérdida de influencia.

El PCE fue la autentica locomotora de la oposición al régimen dictatorial del General Franco: las cárceles se nutrían con los ingresos de sus militantes; los procesos judiciales se sucedían en contra de ellos; y los torturadores se cebaban con aquellos de los que se sospechaba que podían ser simples simpatizantes. Hay demasiados asesinados bajo unos procedimientos jurídicos sin fundamentos de justicia,  cuyos descendientes aún esperan  su exoneración de los supuestos delitos por los que fueron condenados. Si examinamos la causa de esas condenas, en su inmensa mayoría fueron consecuencia de su militancia en el PCE.

A pesar del panorama existente, y de la contumaz persecución que sufrían, el Comité Central del Partido Comunista de España, reunido en Praga (¡cualquiera lo hacía en España!), aprobó la Política de Reconciliación Nacional, renunciando a la lucha armada, o a cualquier tipo de violencia política. Directriz que se cumplió estrictamente, tanto en vida del Sátrapa como después de su muerte.

Siempre, incluso en los momentos más duros de la represión, en todos los lugares, también en los penales y campos de concentración más inhumanos,  hubo pequeñas células comunistas oponiéndose a la tiranía, pero lo que no  hubo fueron episodios de violencia política perpetrados por comunistas.

Sus miembros estaban dentro de todas las fuerzas sociales, que, más o menos proscritas o toleradas, se movían en el país, como podían ser: movimientos vecinales, agrupaciones de consumidores, sindicatos (ilegales y verticales), y cualquier otro de carácter social. En una palabra, era la única fuerza en el interior con una organización y estructura consolidada y fuerte, con la excepción, claro está, de las organizaciones franquistas, o las de la extrema derecha, que eran toleradas, cuando no fomentadas, desde las áreas del poder.

La dirección del Partido fue consciente de que una ruptura brusca y total con las estructuras del régimen dictatorial, que estaban intactas, y con unas fuerzas armadas, que en esos momentos en su mayoría eran seguidoras de las directrices del dictador, podría degenerar en un enfrentamiento de consecuencias insospechadas. Para evitarlo, y favorecer el cambio de modelo de forma pactada, y en pro de la reconciliación que preconizó, el PCE aceptó algunas de las más polémicas condiciones que exigía la derecha, tales como: la Monarquía instituida por el Dictador, la bandera bicolor, y la impunidad para las atrocidades y quienes las cometieron en los años de terror y represión. Medidas que, a pesar de ser acatadas por las bases, nunca fueron asumidas por gran parte de ellas.

El cansancio, la desilusión, la frustración de ver a los torturadores disfrutando de prebendas, y el cainismo imperante, explican, en gran medida, el ocaso que ha sufrido y sufre el PCE.

¿Qué hicieron otras fuerzas políticas durante la dictadura? Es algo que siempre se pasa por alto. No sé si por mala conciencia, flaqueza de memoria, o intento de que los desmemoriados no recuerden que unos  pasaron esos años en el exilio, sin pasar por cárceles ni represiones; en tanto que alguna otra formación que intenta dar lecciones de democracia fue fundada por ex Ministros de la dictadura, y no únicamente por uno de ellos. Fueron un total de siete.

Sin embargo, estos casos serán objeto de otros escritos.

Continuará…