Leo en un periódico
local que la CAEB (Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares) está
preocupada por la desaceleración de la economía balear, y avisa que los
salarios no pueden subir si no crece la productividad.
Será verdad esta
afirmación, pero no deja de sorprender su preocupación por la productividad, o,
quizás, no tanto.
La citada
productividad no debe ser tan baja en relación con la rentabilidad, cuando los
trabajadores están aquejados de una reducción de salario efectivo desde el
principio de la crisis, y no han recuperado su poder adquisitivo al nivel que
tenían antes de ese momento. Dándose, además, la circunstancia que en la
actualidad encontrar trabajo no presupone abandonar el umbral de la pobreza,
que los jóvenes no puedan emanciparse, y que los infra trabajos, y, por tanto, los
infra sueldos van ligados a la inestabilidad laboral. En tanto que las
empresas, especialmente las medianas y grandes, no solo han recuperado el nivel
de ganancias pre crisis, sino que incluso, en casi todos los casos, lo hayan
superado con creces. Aparte de una presunta explotación laboral ¿No es esto síntoma
de una alta productividad por parte de los trabajadores?
Pero solo como
hipótesis, vamos a admitir que sea necesario aumentar el nivel de productividad
para aumentar los salarios ¿Me puede explicar alguien cómo se puede incentivar a
un asalariado para que aumente su productividad, si con su sueldo no cubre sus
necesidades vitales? ¿Cuándo sabe que haciendo su trabajo bien o haciéndolo mal
no le van a renovar su contrato? ¿Para qué va a intentar aprender un oficio, si
sabe que el siguiente (si lo hay) no tendrá nada que ver con el actual? ¿Qué
estimulo puede tener alguien que sabe que su preparación no le sirve de nada, y
que va a terminar, en el mejor de los casos, con un contrato basura de
reponedor en un supermercado?
¡Naturalmente que se
puede aumentar la productividad! La pregunta es ¿Están las empresas capacitadas
para mantener, o incluso aumentar los beneficios sin someter a condiciones de
semi esclavitud a los trabajadores? ¿Están dispuestas a admitir un sistema de
relaciones laborales que fomente la estabilidad, y, por tanto, el aumento de la
capacitación de sus empleados, con lo que sí ganarían en productividad real?
Estamos hartos de
ver a multinacionales como Coca Cola o Cemex que, para lograr una mayor
rentabilidad, que no evitar pérdidas, promueven ERE’s, enviando al paro a
infinidad de trabajadores, sin importarles ni la capacitación ni ningún tipo de
circunstancia, excepto, quizás, su afán de de favorecer los designios de los
propietarios. Los trabajadores en estos casos deben irse a sus casas, dejar de
sentirse útiles, y cobrar una prestación que debería ir destinada a otros fines,
ya que la prestación que cobran, en vez de ir a cargo de la empresa que
unilateralmente ha decidido cesar de producir en alguna de las instalaciones, es
abonadas con cargo a las arcas del Estado con el beneplácito del
Gobierno de turno.
Aquí no tengo más
remedio que recordar que el artífice del ERE de Coca Cola va en las listas al
Congreso como número dos, después del Sr. Rivera, y que en declaraciones de
cuando ya era candidato a ese puesto de salida, y, por tanto, casi seguro
diputado, dijo con referencia a su actuación en la compañía de refrescos: “Alguna
culpa tendrán los trabajadores en ese ERE, ¿no?” (Esto solo, lo comento por si
van a votar a C’s sepan a quien votan).