Está visto y comprobado que la técnica del papamoscas funciona. C’s se ha acercado a su boca y ha movido ficha en
vez de hacerlo el PP que como candidato a gobernar, debería ser el que se
estuviese moviendo buscando acuerdos, pero en fin…
El resultado de ese movimiento, es que Rivera o el C’s ya no vetan al
Sr. Rajoy como candidato, para otorgarle el preciado sí a su investidura en un claro ejemplo de teoría del_ Donde dije
digo, digo…”
Para el anhelado si, ha impuesto seis condiciones, que siguiendo una
larga tradición literaria son una más de las que se anuncian (recuérdese a Los
tres Mosqueteros que eran cuatro). Estas condiciones, que en principio podrían
ser asumibles por cualquier ciudadano de buena voluntad, tienen alguna pequeña
laguna. Seguramente achacables a algún pequeño desajuste a la hora de
redactarla y que a continuación paso a detallar:
s/n)
El PP debe fijar fecha y hora para la
sesión de investidura. Como no está numerada, no cuenta, pero intentar que
el Sr. Rajoy se comprometa con un calendario impuesto y no seguir su ritmo.
Indica una candidez total o un desconocimiento supino de su personalidad De hecho, se ha celebrado la reunión entre
los dos máximos dirigentes de las formaciones y no ha habido ni un atisbo de fijar
fechas.
1) Expulsión inmediata de cualquier cargo
público imputado por corrupción política.- A mí personalmente, este punto
no me acaba de quedar claro. ¿Se refiere solo a personas? Ya que si es en un
amplio sentido, habría que expulsar al PP que está imputado y entonces ¿con quién
se negocia y qué?
2) Eliminar los aforamientos. Nada que
alegar, me parece que sería lo deseable. Solo una duda, ¿estarán de acuerdo los
miembros de la dirección con Dña. Rita Barbera y algunos, bastantes, demasiadas
más, que están en el centro de investigaciones en aceptar dicha medida?
3) Aprobar una nueva ley electoral (desbloqueo
de listas, fin del voto rogado en el extranjero y modificación del peso
relativo de cada voto en el reparto de escaños. Excepto que se tendría que
afinar la redacción, ya que los partidos taxi (esos en los que todos sus
afiliados caben en un taxi) no tendrán, o al menos es previsible,
representación, perdiéndose por tanto sus votos. Pero ¿alguien sinceramente
piensa que los partidos tradicionales van a renunciar a una ley electoral, que
aunque injusta, les beneficia? Recordemos que son partidos, que buscan el poder
y no son una ONG.
4) Acabar con los indultos por corrupción
política. Demasiado altruismo se necesita, en mi opinión, para que el
Comité de Dirección lo apruebe, dada la situación personal en la que se
encuentran algunos de sus miembros como ya he citado.
5) Limitar los mandatos presidenciales a ocho
años o dos legislaturas. Debido a
una lógica ambición de los que esperan llegar a los puestos más altos, será
posiblemente un punto que no tendrá excesivos problemas en ser aprobado, a
pesar de las reticencias de los que están ahora en la cúspide.
6) Crear una comisión parlamentaria para
investigar el caso Bárcenas. Y en este punto, es cuando verdaderamente me
pierdo, ya que me siento incapaz de discernir si el Sr. Rivera y sus huestes,
tienen un sentido del humor tan surrealista
que los mortales corrientes, como
yo, no alcanzamos a comprender, es un
ingenuo que raya en lo patológico o un tercer supuesto: que esté tan pagado de
su mismo que piensa que los españoles
somos “tontos de baba” y creamos viables esta condición y que está formulados
de buena fe.