La pandemia no sólo
representa enfermedad y muertes, está mostrando muy gráficamente el gran
escalón que separa el primer mundo del resto de países. E, incluso, dentro del
primer mundo está golpeando a todo el entramado económico, y de forma
inmisericorde a las industrias más sensibles a las amenazas a la estabilidad.
Veamos el caso de la hostelería, uno de los
sectores más castigados por las consecuencias del Covid19, que, en Baleares y otras zonas de
las costas, es el principal, y casi único motor de la economía, bien por el empleo
directo que genera, como por el empleo indirecto.
Primero de todo vayamos al caso de las
restricciones, e incluso, cierre de los establecimientos, como sucede en la
actualidad en varias Comunidades. Me centraré en el caso de Baleares, al ser el
caso que mejor conozco, aunque la problemática estoy seguro que será muy
similar en Canarias, y en toda la zona del Mediterráneo.
Propiciado por la irresponsabilidad política
de la dirección estatal del PP, se ha generado una situación de intranquilidad
y desesperación entre los propietarios y trabajadores de la hostelería que es
completamente comprensible, y de la cual se aprovechan unos desaprensivos que,
con falsas esperanzas, están llevando a unos cuantos a sus perversas
posiciones. Como ocurre muchas veces, unos propician la situación (el PP), y
otros aprovechan la situación (VOX).
No se puede caer en
la postura demagógica y absurda de: “Sánchez y “el Coletas” nos quieren
arruinar, y los bares y restaurantes tienen que permanecer abiertos como en
Madrid, y si continúan cerrados no comemos en casa por falta de ingresos”. En
este caso, además de falsedades, se incurre en el error de amalgamar toda la
casuística, en vez de separar los diferentes conceptos para analizar y atajar uno por uno los diferentes
problemas.
A) El
Gobierno ha dado los cauces legales para que las Autonomías puedan impulsar las
medidas que consideren más convenientes para combatir la pandemia con los
medios que consideren más adecuados en función a la situación sanitaria de sus
territorios, y de acuerdo con la petición unánime que se le hizo antes de la
finalización del primer confinamiento para
poder así actuar en un marco de cogobernanza. Una de las comunidades que más se
mostro a favor de esa posición fue la de Madrid. A pesar de su centralismo, el
PP abogó por esa postura.
B) Los
datos revelan que las CC.AA. que más medidas de limitación de reunión, de
movilidad, de restricciones comerciales, y con horario más amplio en el toque de queda son
las que antes están llegando a la zona meseta de los contagios, e incluso a la
inflexión de la curva. Prueba evidente de que las medidas adoptadas funcionan.
C) Posiblemente
a los Srs. Sánchez y, especialmente, Iglesias, les gustaría tener la
influencia suficiente para que, prácticamente, toda la Europa occidental, y
muchos países fuera de ese entorno, siguieran sus directrices en cuestiones
sanitarias (y en muchas otras cuestiones). Pero cualquiera capaz de razonar
medianamente sabe que no es así, y que si se han adoptado esas medidas tan
drásticas por lo restrictivas y lesivas para la Economía ha sido siguiendo la
opinión y los conocimientos de virólogos y epidemiólogos.
D) d) Si
la Comunidad de Madrid ha decidido mantener el mínimo de restricciones, e incluso suavizar alguna de las medidas que
adoptó, a pesar de que las cifras no son nada favorables para esa relajación,
ellos sabrán sus razones, pero, visto desde fuera, parece que es por razones
electoralistas, ya que Comunidades de su mismo color político no siguen la
tendencia que procura marcar. Las cifras no avalan su posición.
E) No
se pueden utilizar por parte de la Administración las mismas medidas para ayudar a todo tipo de
industria hostelera. Se debe hacer una distinción muy clara entre las grandes
empresas y las pequeñas y medianas.
F) Las
grandes empresas, que no dudan en pro de sus propios beneficios en construir o
adquirir complejos turísticos en países rivales en atraer turismo, tributan
(cuando lo hacen) con unas bases de cotización muy inferiores a los de las
personas físicas. Las ayudas no deberían ser para este tipo de empresas inexistentes,
ya que ellas mismas se buscan las ayudas que necesitan.
Gf Las pequeñas industrias y autónomos sí que necesitan ayudas para subsistir, debiendo agilizar las ayudas que les corresponden sobre el papel. Por ahí es por donde tiene que ir su lucha, y no proponer, para salvarse ellos, poner en peligro la vida del resto de la población.
Son tiempos difíciles en los que no hay modelos de
las pautas a seguir, y todos, desde los simples ciudadanos a las más altas
instancias, dudamos, erramos, y cometemos errores. Lo que debemos evitar todos
es caer en los falsos atajos que nos presenta la extrema derecha, que, como
siempre ha hecho y hará, aprovecha las dificultades para imponerse y crear la
situación contraria a la libertad por la cual
ahora claman.
A última hora, La Resistencia, marca blanca para
este tema de VOX, dice que “da un paso al lado” por la cuantía de las multas que
se les han impuesto por no haber querido aceptar las normas legales existentes para
convocar y realizar manifestaciones, especialmente en estos tiempos de
pandemia. Ahora pretenden ir de víctimas, cuando la realidad es que han puesto
en peligro la salud pública con sus insensatas actuaciones.