viernes, 9 de julio de 2021

Un país feliz (o así) 3


 

UCD

Es prácticamente imposible citar a la UCD sin mencionar, al mismo tiempo, a Adolfo Suarez ya que es difícil discernir quien hizo a quien, y separar la finalidad y los objetivos de ambos. Uno nació para darle contenido al otro, y el fin de uno marcó la desaparición del otro.

¿Quién era Adolfo Suarez? Hasta un momento determinado, un miembro de las estructuras franquistas que había desempeñado, entre otros, los cargos de Director general de RTVE, Gobernador Civil, y Jefe provincial del Movimiento de Segovia. Todo cambió para él en 1975 cuando es nombrado vicesecretario general del Movimiento, puesto que ocuparía hasta la muerte del Secretario ese mismo año al que sustituyó. El 11 de diciembre de 1975 entró en el primer gabinete de Arias Navarro, formado tras la muerte de Franco.

En julio de 1976 el rey Juan Carlos I le encargó la formación del segundo gobierno, y aquí es cuando encuentra la ocasión de desarrollar su capacidad extraordinaria, por la cual ha pasado a la Historia (con mayúsculas) por méritos propios: su increíble destreza para deshacer estructuras creadas (al menos en teoría) para perdurar en el tiempo como eran, los principios fundamentales del Movimiento, y la UCD.

Los Principios eran el cuerpo doctrinal, y las “disposiciones legales” de la dictadura que tenían instituidas para permanecer inalterables en el tiempo en un franquismo sin Franco.

Con una habilidad de “mago de teatro”, o, quizás, de “tahúr del Misisipi”, logró que los mismos que tenían que guardar las esencias franquistas votaran su auto inmolación, y todo dentro de esa “legalidad” que llevó a un proceso constituyente del que ya he hablado. Con la aprobación de la Constitución se disolvieron las Cortes, y se convocaron elecciones, las primeras libres desde la II República a las que se presentó, y que ganó al frente de la UCD.

Hasta ahora he mencionado reiteradamente a la UCD, ¿Pero qué había detrás de estas siglas? Empecemos, antes de definir su contenido, fines y pretensiones, por citar el nombre de la formación: Unión de Centro Democrático.

Pretendía ser un partido político homologable con el resto partidos existentes en los países democráticos de nuestro entorno. Sin embargo, jamás dejó de ser una amalgama de intereses personales en busca de perpetuarse en el poder, y con una escasa, dispar, y, en muchos casos, nula ideología. Su mensaje iba dirigido a esa masa amorfa, y con inculta política creada por el terror generado por los órganos de represión de la dictadura franquista. Con la prostitución sistemática del lenguaje lo denominaron Centro.

Ni que decir tiene que esa denominación hizo fortuna. De manera que, desde entonces, toda formación política que, de manera vergonzante, quiere ocultar su ideología se auto denomina como centrista, ignorando, o fingiendo ignorar, que, tanto en geometría como en política, el centro es un punto inmaterial, que carece de longitud, superficie, o volumen. Por tanto, carece de aforo para albergar a nadie.

Volviendo a la UCD, analicemos someramente la causa por las que, un ente creado para perdurar, desapareció de la vida pública en tan corto espacio de tiempo. A pesar de no haber una causa única para su voladura incontrolada, el origen hay que buscarlo en su nacimiento y composición.

Como dije anteriormente, estaba formado por un buen puñado diferente de intereses de partida, pero con un fin común: ser parte del poder. Viendo que empezaba a hundirse el terreno bajo sus pies, y/o no habían alcanzado las prerrogativas buscadas, empezaron a ponerse nerviosos, y buscaron nuevos acomodos, aprovechando que los partidos actuales no respondían, al igual que la Roma clásica, ante traiciones.

Sin embargo, pecaría contra la verdad si no citara que la gran destreza para deshacer que demostró Adolfo Suarez, la contrarrestaba con su nula capacidad para construir.

Si unimos estas circunstancias, es fácilmente explicable el final de la UCD.

Continuará…


viernes, 2 de julio de 2021

Un país feliz (o así) 2


 


Un país feliz (o así)  2

LA MONARQUÍA

Mi pretensión es hacer r una crónica de las vicisitudes, hechos y personas más relevantes, en mi opinión,  en la historia de nuestro país, desde el fin de la guerra incivil, dándole mayor or protagonismo al periodo comprendido entre la muerte del desalmado dictador hasta nuestros días.

Ya advertí en el primer capítulo de esta serie, que intentaré ser ecuánime, que no equidistante. Tengo una ideología que no oculto. Mis exposiciones en consecuencia están filtradas por este prisma ideológico.

Tengo muy pocas convicciones viscerales, sin embargo debo reconocer que el tema de las monarquías es una de ellas. De ahí que este es el punto en el que me resulta más difícil ser o al menos intentarlo, lo menos tendencioso posible. De forma que mis comentarios se aproximen fielmente a los hechos.

Uno, quizás el principal, de los “trágalas de la Transición y que fue condición ineludible para la aprobación  de la Constitución, fue que la Jefatura del Estado recayera en la cabeza de la nueva monarquía instaurada por el Dictador. La Monarquía representada por Juan Carlos I. No fie la restauración de la que fue rechazada por los españoles el 14 de abril de 1931. Fue la iniciación de una nueva, impuesta por el tirano en contra del viento de la sociedad, con el megalómano deseo de perpetuar el franquismo tras de su nuerte.

Como consecuencia de la cerrada censura en todos los medios ante cualquier tipo de críticas a la figura del Rey, este vivió un plácido idilio con gran parte de una sociedad acrítica, que sólo se vio interrumpido en parte, ante un hecho de su vida privada, suponiendo que un Rey pueda y deba tener vida privada.

a)    Vida privada,- Si fuera un cargo electo, jamás  creo que se debería tener en consideración esta vertiente, pero no lo es. La “legitimidad” de la monarquía se basa en el ejemplo de vida, a su honestidad y transparencia de sus actos. Especialmente cuando como en el caso español, su figura es inimputable, No se le puede legalmente  investigar y mucho menos condenar por alguno de sus actos tanto si los realiza en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, como en los actos que pudiese cometer en su más completa intimidad. Los diferentes episodios que van surgiendo con harta regularidad, no apuntan a una vida intachable ni en el seno de la familia ni cómo contribuyente.

b)    Vida pública.- He resaltado, que el Rey es el Jefe de Estado heredero de Franco. La disculpa argüida por parte de algunos sectores políticos de que su figura se vio legalizada por  la Constitución aprobada en referéndum por el pueblo español, es un argumento falaz, ya que o se aprobaba el texto integro y sin posibles alternativas, o seguían vigentes las leyes de la dictadura. No cabe duda, al menos para mí, que el Rey en los primeros momentos y posiblemente hasta l 23 F, ejerció de pararrayos beneficioso para la incipiente democracia. No podemos olvidar, como ya dije, que una parte importante de los integrantes de las FF.AA.  continuaban siendo  franquistas  y por tanto dispuestos a acatar sus órdenes incluso aunque fuese ya un cadáver. Si “su Caudillo” había designado A Juan Carlos como su sucesor para perpetuar su Régimen, estaban obligados a acatar sus órdenes. Esta doble circunstancia: La imposición de su figura y el acallar a los más levantiscos le permitió mantener un prestigio durante muchos años. Cada vez se fueron filtrando más actuaciones y con el conocimiento de ellas, ellas fue menguando su apoyo popular, a pesar de que aún queda algunos colectivos que dicen que salvó la democracia y por esa razón le debemos gratitud eterna. No estoy en absoluto de acurdo con esa opinión, pero pienso que sin su figura la transición hubiese sido diferente

c)    23 F

Las medidas democratizadoras, el desmontaje hasta cierto punto de algunas estructuras franquistas, la relativa pérdida de poder de influencia en la sociedad cibi, el relevo, en su mayoría por edad de los militares proclives a la dictadura por otros más receptivos a la necesidad de adaptarse a los tiempos. Creó un intenso malestar entre los partidarios de la dictadura que culminó en la tragicomedia, o más bien esperpento Valleinclanesco del 23 F

Nunca se ha llegado a demostrar o al menos conocer todo el entramado de3l fallido golpe. Nunca se ha llegado a saber cuáles fueron los apoyos exteriores e interiores con los que contaban. Hubo y  hay demasiados interesados en borrar las huellas, per se habla, por parte de conocedores del tema, que habían tres tramas golpistas: La civil, que nunca ha aflorado, la de una cúpula militar cuya cabeza parece ser que era Alfonso Armada, a la sazón General del Ejercito y una tercera liderada por el Guardia Civil de opereta bufa Tejero. Se dice que no hubo coordinación entre las tres tramas y que Tejero se adelantó y afortunadamente  fracasó

La resolución estuvo y continua estando plena de interrogantes tales como ¿Por qué no se contempló el delito de secuestro Por qué se exoneró a participantes en el ataque a los representantes se la soberanía nacional? ¿Por qué no se investigo la implicación de la trama civil?

Cual fue el papel de Juan Carlos I? A primera vista impecable, se vistió con el uniforme de Capitán General de los Ejército y ordenó que cesaran los golpistas en sus acciones Lo hizo a través de un comunicado institucional emitido  TVE y que fue seguido por una inmensa mayoría de los espales.

 La única duda que puede surgir de su actuación es. ¿Por qué tardo más de cuatro horas en hacerlo?

Lo que sí que resulta cierto es que el ruido de sables desapareció y que Juan Carlos tuvo un reinado largo y tranquilo y que sólo tuvo que dimitir tras un escándalo de su vida personal

Continuara…


viernes, 25 de junio de 2021

Un país feliz (o así) 1


 

LA PREHISTORIA

Los españoles somos un pueblo políticamente afortunado, y ya no sólo por haber disfrutado del honor de que nos guiara el Glorioso Caudillo que nos acunó en su seno durante cuarenta años. Es cierto que, según algunos, cometió algunos “pecadillos”, como reprimir libertades, validar sentencias de muerte injustas, esquilmar el Patrimonio, o enriquecerse ¿Pero, qué importan esos nimios asuntos, si nos evitó entrar en la cruel II Guerra Mundial?

Es cierto que envió a una división a luchar junto a las tropas nazis, pero, posiblemente, en realidad eran españoles que querían hacer turismo y conocer Rusia; o, según algunos historiadores, seguramente envidiosos y resentidos, la causa de la “neutralidad” en el conflicto bélico fue que Hitler no consideró en principio la aportación española, y que le parecieron disparatadas las exigencias territoriales que le presentó Franco sobre las colonias de los aliados en África.

Tras constatar que nuestro feliz país actual ha podido comenzar aquí, he decidido hacer esta introducción, a pesar de que, dado el tiempo transcurrido, esto puede parecer arqueología más que historia. Proseguiré desgranando los motivos por los que continuamos siendo herederos de la “Baraka” que dicen que poseía el finado General.

Tras un periodo que muchos califican de dictadura fascista, con terribles represalias, con carencias de libertades, con leyes inicuas, y toda serie de tropelías amparadas por una legalidad bastarda, murió en una cama de hospital rodeado de médicos. Tras su fallecimiento, empieza otra fase de nuestra increíble suerte de vivir en un país feliz

LA TRANSICIÓN

En un país que, desde la más remota antigüedad, se ha caracterizado por resolver las diferencias de todo tipo con porras, piedras, hachas, navajas, y las armas que iban surgiendo con el avance de la tecnología del momento, resulta casi milagroso que unos españoles se pusieran  a hablar, y llegaran a un acuerdo sobre el paso de una dictadura a un sistema democrático, al menos, formalmente. Este milagro laico es la llamada Transición, y resultó única en el mundo. Obsérvese, por favor, que digo única, y no digo modélica. Es única ya que la desaparición del Dictador se puede loar, sus descendientes  y colaboradores conservan las riquezas adquiridas presuntamente en condiciones de legalidad dudosa, los torturadores continuaron en sus puestos y con honores, no hubo ninguna solicitud legal para los que se aprovecharon de sus cargos. Mientras tanto, hay fosas comunes sin localizar, o asesinados a los que se no les ha devuelto el reconocimiento de su inocencia. En conclusión: única sí, modélica es, cuanto menos, muy discutible. No hay que olvidar que todo el proceso se vivió bajo la atenta mirada, por no decir supervisión, de las FF.AA. que, en una parte importante, se veían a sí mismas como albaceas testamentarias del difunto sátrapa.

 

La CONSTITUCIÓN

Cómo primera providencia, y para evitar malos entendidos, soy de los que reivindico y aplaudo que la Constitución, surgida en unas Cortes elegidas en su gran mayoría por sufragio universal (en el Senado había una minoría de Senadores designados “a dedo”), llegara a un casi total consenso en su redacción y su aplicación, y que fuera votada por una amplia mayoría, con la abstención de sus más fervientes defensores actuales. Posteriormente, fue refrendada por los ciudadanos.

¿Era y es una Constitución perfecta? Era la única posible en su momento. Se incluyeron, a modo de “trágala”, algunas cuestiones a las que no hubo más remedio que aceptar si se quería salir de la ciénaga ética que representaba el franquismo.

Pienso que nadie en su sano juicio esperaba su longevidad. Estoy convencido de que todas las partes creyeron que era una solución más o menos aceptable para salir del paso, y que en un futuro próximo se modificaría, una vez que la democracia estuviera ya asentada y sin un ruado de sables y botas como telón de fondo. Sin estas circunstancias, es imposible comprender cómo se redactaron algunos artículos, y el Título VIII, que contiene verdaderos disparates políticos, e, incluso, jurídicos.

En mi opinión, fruto de esa redacción, plena de contradicciones, nace el conflicto, y los enfrentamientos entre los nacionalismos periféricos y los centralistas. Naturalmente, no basta con el hecho de  nacer, los conflictos, para poder desarrollarse, deben alimentarse, y de esta cuestión tan importante ya hay quienes se ocupan.

Y cómo cualquier serial que se precie: Continuará…



viernes, 18 de junio de 2021

¿Se ven las diferencias?

 



Hay personas a las que les cuesta diferenciar entre los partidos de derecha y de izquierda, especialmente por desinterés, o a causa de los coqueteos de los partidos mayoritarios, en ambas tendencias, con el llamado centro. Tengo en este punto que admitir que, a menudo, me cuesta diferenciar las posiciones ideológicas en la que sitúan. Y que no es, precisamente, porque alguno de ellos escore hacia babor.

Afortunadamente, hay diferencias en algunas cuestiones, en otras no tantas. En este escrito voy a referirme básicamente a las posiciones que son notoriamente distintas.

Quizás, y aquí puedo estar pecando de tendencioso, las diferencias procedan de que la Derecha defiende intereses, y la Izquierda ideas. Aunque, si nos fijamos en algunos de los grandes próceres de la Izquierda…

Veamos dos casos recientes en los cuales a través del diferente proceder se pueden observar las posturas de forma fehaciente:

Elecciones autonómicas en Madrid.

Al anunciar su candidatura, el Sr. Pablo iglesias indica que pretende una coalición con Más Madrid sin condiciones previas de ningún tipo. La líder en Madrid de ese partido dice que estudiará la propuesta. Nada más presentar públicamente el vice Presidente del Gobierno su renuncia a este cargo, Más Madrid anuncia a bombo y platillo que acudirá en solitario, y que, en modo alguno, irá en coalición. No quiero juzgar a Más Madrid, creo que tendría razones lo suficientemente poderosas como para enterrar cualquier posibilidad de que la Izquierda alcanzara el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Pero no acaba ahí la cosa. Nos falta la FSM-PSOE, que represento el más claro ejemplo de inanidad política que recogen los anales. Tras haber pasado el inicio de la legislatura en un plácido e intenso nirvana, no quisieron presentar una moción de censura que tenía posibilidades de haber podido salir vencedora. Eso hubiese representado tener que salir del “dolce far niente”, en el que estaban plácidamente instalados, y ponerse a trabajar. Al final, y casi obligados por los acontecimientos, presentaron a trámite el voto de censura. Con su presteza habitual, lo presentaron tras el anuncio por parte de la Presidenta de la disolución de la Asamblea, y, lógicamente, no prosperó y se abrió todo el proceso electoral.

Elecciones que, por si, debido a alguna extraña conjunción astral, hubiesen podido llegar a ganar, y para evitar la más mínima y remota opción de triunfar, boicotearon, dedicándose, más que a hacer campaña electoral, a anunciar que de ningún modo formarían gobierno con su aliado natural, que ya lo era en el Gobierno de la nación. Sin olvidar su vista política, al elegir como aliados a Cs, aún sin contar con ellos. El que Cs no obtuviera representación ya no tiene ni comentario sobre su olfato político.

Concentración-Aquelarre de la Plaza de Colón.

Cómo cualquier excusa es buena para atacar al Gobierno, la Derecha española, y no sólo la integrada orgánicamente en los partidos, ha creado un clima de repulsa en contra de unos más que probables indultos a los políticos implicados en el llamado “Proces”. Ese clima resulta un tanto anómalo en un país que indultó a un General golpista,  bajo cuyo mando se secuestró a los miembros del Congreso, que propició que los tanques salieran a la calle, y no precisamente para salvaguardar la Ley y el orden constitucional. No fue causa de escándalo tampoco que ese tipo de medida favoreciera a un Ex - ministro y a un ex - Alto cargo, o a banqueros, políticos corruptos, por no citar a policías torturadores, e, incluso, a traficantes de droga. Sin embargo, “los españoles de bien” tenemos que estar soliviantados por la más que probable concesión de medidas de gracia a unos políticos que contravinieron el citado orden constitucional, sin arma, ni fuerza. Eso sí, eran catalanes y eso…

La derecha, desde la extrema hasta la más desubicada, ha cerrado filas ante un tema al que creen que pueden sacar provecho electoral. No les importa que PP y VOX, tras la diferencia de resultados en Catalunya y Madrid se disputen la posición más extrema, o que el Cs fuese laminado hasta dejarlo testimonial. El caso es que la Derecha siempre ¡Prietas las filas!

No ha importado que la Sra. Díaz Ayuso haya pedido que se viole la Constitución, esa que dicen amar tanto. Cuando el clamor de “otros” (los que no son “buenos españoles”) ha empezado resonar, la Derecha ha tenido una reacción muy tibia, en tanto que la Sra. Díaz Ayuso (autora del dislate) haya intentado salir del atolladero con unas declaraciones muy en su línea.

No podía faltar la incombustible Rosa Diez, que quizás esté esperando que la declaren Papisa de El Palmar de Troya.


viernes, 11 de junio de 2021

¿El civismo? Mal, ¡gracias!


 

En general, y perdón por la generalización, las ciudades de la ribera del Mediterráneo reúnen dos condiciones: son bellas, y, a la vez, sucias. Si se quiere dulcificar este último concepto, se podría decir que sus calles muestran rasgos de una activa vida. Pero hay ciudades a las que no se le pueden aplicar paliativos, y, si quisiéramos buscarle una metáfora, tan sólo podríamos  buscarla en el socorrido “palo de gallinero”.

Una de estas ciudades cuyas características hemos mencionado es Palma. Es una ciudad preciosa, de un tamaño apropiado, ni demasiado pequeña ni demasiado grande, con una muy agradable climatología, En oposición a estas virtudes, está sucia, pero no por algún papel en el suelo, o por alguna pintada furtiva en las paredes. No, no es eso, está sucia, muy sucia. Se puede encontrar cualquier tipo de inmundicia cuando se transita por sus calles, plazas, o jardines.

Existe la tendencia entre los ciudadanos  a hacer recaer la culpa del estado de los espacios públicos en las empresas encargadas de la limpieza municipal, y, por ende,  en la Corporación municipal como subsidiaria. No voy a defender, o hacer de paladín de la empresa de limpieza. En el caso de Palma es una empresa municipal, que creo que podría esmerarse más. Sin embargo, la gran responsabilidad del estado deplorable de la ciudad es de los ciudadanos, y del Ayuntamiento. De los ciudadanos por no cuidar su ciudad, que, no olvidemos,  es suya, y también es de todos. También es responsable el Ayuntamiento por renunciar, de hecho, a hacer cumplir las ordenanzas municipales en lo referente a limpieza.

A pesar de poder comentar infinidad de ejemplos, voy a centrarme en dos casos concretos y significativos:

a)      Calle Capità Vila.- En Palma hay un sistema establecido para la recogida de trastos y objetos voluminosos. A grandes rasgos, consiste en dividir la ciudad en zonas, y a cada una de ellas se le ha asignado un día determinado de la semana para que los vecinos que tengan que deshacerse de objetos de esas características lo hagan en ese día, y, en torno a las 22 h., los depositen en la vía pública junto a sus portales, de donde serán retirados de forma gratuita por la empresa de limpieza. El sistema es mejorable, como todo, pero tendría que funcionar  razonablemente bien con ciudadanos conscientes, y con un mínimo de civismo. Sin embargo, hay, cito un caso concreto, “ciudadanos”  cómo dos “señoras” vecinas en el numero 2 de la calle mencionada al principio del párrafo que el domingo día 6 de junio de 2021,(día que corresponde a la zona) que bajaron a las 10 (de la mañana) una cantidad enorme de enseres, entre ellos 3 colchones, desechables que depositaron en la acera dificultando el trafico, especialmente de peatones, y bloqueando los contenedores de basura existentes, impidiendo que se pudiera hacer uso de ellos. Esto es un ejemplo de incivismo, pero no es único, basta darse una vuelta por Palma para ver a todas horas, y en todos los barrios, casos similares a este. De la gente que deposita las bolsas de basura fuera de los contenedores podemos hablar en otra ocasión.

b)      Parque de la guardia Civil.- Es conocido como Parque Wi-Fi ya que fue uno de los primeros lugares en que el Ayuntamiento desplegó un servicio Wi-Fi a disposición de los ciudadanos usuarios del parque. No lo traigo a esta página en función de esa característica, sino porque,  desde hace ya bastantes años,  en él se celebra un “botellón” nocturno diario, los siete días de la semana, los 12 meses (de enero a enero), y en las cuatro estaciones del año. Tanto es así que sobrevivió con plena vigencia al confinamiento y al toque de queda motivados por la pandemia. Cierto es que se muestra más concurrido los fines de semana, y los meses en que temperatura es más benigna, pero, con mayor o menor afluencia de animados bebedores, su quehacer es diario ¿Qué tiene que ver con el tema de la limpieza? Ante cualquier duda, no tienen más que acercarse, está bastante céntrico, y podrán ver toda clase de envases de bebidas, desde latas a garrafas de plástico de cinco litros, y toda clase de botellas, vacías y desperdigadas por todas partes. Podrán ver también restos de todo tipo de la llamada cocida rápida, así como sus envases. De residuos orgánicos  humanos mejor no hablemos. No se pone coto a tales desmanes, pero, al menos, el Ayuntamiento tiene contratada a una empresa cuyos trabajadores sufren disfunciones mentales, y que, tras un gran trabajo, logran dejarlo limpio, hasta la tarde que vuelve a empezar el juego.  Pero, si no les gusta madrugar, y quieren ver en todo su esplendor el estado en que queda, pueden visitarlo el domingo que no se limpia por descanso del personal de limpieza. Como dato anecdótico, el nombre de la plaza se debe a que en ella se encuentra la Comandancia de la Guardia Civil, así como  bloques de viviendas para componentes de ese cuerpo. Por otra parte, a pesar del nombre popular, los únicos dispositivos electrónicos son los que llevan algunos, y que son de dudosa procedencia, para trocarlos por “maría” a los camellos que abundan por la zona

¿Tiene solución el tema de la limpieza?  Cuando alguien lo plantea, siempre me viene a la memoria Estambul, que, de ser una ciudad sucia, en mi último (por ahora) viaje allí  me llamó la atención  encontrarla limpia y cuidada.

¿No será que hace falta voluntad política para lograrlo? o ¿Acaso   se aboga por la libertad de ensuciar?


viernes, 4 de junio de 2021

Libertarios de salón


 

Las apariencias pueden hacer ver que, una vez pasadas las elecciones autonómicas de Madrid, las aguas vayan volviendo a su cauce, y que el avejentado lema de “¡Prohibido prohibir!”, que se formuló y tuvo su auge entre los revolucionarios del “mayo del 68 francés”, está volviendo a los baúles de los recuerdos, mientras los libertarios de salón se retiran a sus salones de la sierra, y los desinformados que les acompañaron pasan por las multitudinarias colas de la Sanidad Pública infra presupuestadas económicamente por infinidad de años. Eso sí, se pueden hacer más llevaderas las colas, tanto las sanitarias, las de educación para conseguir un colegio público digno, o cualquier subvención tomando una cerveza bien fresquita.

¡Qué equivocados están esos maldicientes! La libertad que ha traído la Sra. Ayuso ha venido para quedarse ¡Abajo los hospitales que nos encadenan con sus quirófanos! ¡Abajo esos que prefieren comer, aunque sea en una “cola del hambre”, en vez de tomar una cerveza, o una “relaxing cup of café con leche” ya que no hay imposiciones! ¡Abajo los que demandan colegios y hospitales públicos, con la cantidad de clínicas de lujo y escuelas exclusivas que hay en Madrid!

Puede resultar paradójico para los rojos impenitentes que estos anti sistema del Barrio de Salamanca sean descendientes directos, por sangre o por creencia, y, en todo caso, por intereses económicos particulares, de los represores de los tímidos atisbos de peticiones de algún tipo de libertad siguiendo de forma muy velada el ejemplo de nuestros vecinos del norte. Aunque hay que tener en cuenta un matiz: Si la libertad era para fomentar la impunidad de las clases dirigentes, sí que se podía ejercer libremente.

No quiero ni pensar que, cómo dicen las malas lenguas, el aparente cambio en su percepción de la forma de enfocar la situación de la pandemia de la gloriosa y triunfante adalid de la defensa de las libertades (y de la cerveza) Dña. Isabel Díaz Ayuso sea debida a que ahora, como gestora, y no en su papel de candidata, crea necesario recortar libertades para evitar contagios. No deja de ser sorprendente su giro cuando pide prudencia para suprimir el uso de mascarillas en la calle. Claro que debe haber una explicación que avale su situación. Quizás es que tenga información debidamente contrastada de que el COVID 19 se desactiva en presencia de la cerveza, mientras que se potencia al aire libre o al no consumir. Cualquier cosa que aún no ha sido revelada es posible, antes de que Dña. Isabel, con su brillante pasado político, y su extraordinario proyecto de gobierno, haya abandonado los valores que ya empezó a mostrar desde su portavocía de Pecas.

Por otra parte, no puedo menos que congratularme por la valiente defensa de las libertades durante los momentos más duros de la pandemia, cuando reivindicaban las libertades de tomar una cerveza, y hasta un bocadillo de calamares en un bar, aún en contra de las autoridades sanitarias internacionales. Con esos gestos es como verdaderamente se manifiesta el amor a nuestras libertades, y el verdadero patriotismo ¿Quiénes son los científicos, sobre todos los extranjeros, para decirnos lo que debemos y no debemos hacer?

¿No resulta glorioso tener una derecha tan amante de las libertades?

¿No resulta reconfortante que, incluso esa derecha que algunos clasifican de extrema, defiendan con entusiasmo la libertada de expresión, especialmente si se dedica a glosar la vida, pompa, y obras de fallecido sangriento dictador, tan poco defensor de cualquier tipo de libertad?

Hay que recordar que hace muy poco tiempo, incluso ahora mismo y en nombre de la libertad, abogan por la libertad de expulsar de España, aunque tengan nacionalidad española, a musulmanes (moros) de diferente pigmentación (negros).

Y pensar que en España había partidos que se oponían al divorcio, a la libertad de identidad de sexo, a las leyes contra la violencia de género, al matrimonio entre personas del mismo género, y a tantas leyes a las que votaron en contra, e, incluso, recurrieron ante el Tribunal Constitucional.

Yo hasta estoy convencido que eran infiltrados “social-comunistas-etarras-chavistas-perrosflautaydemásgentedemalvivir” para que pareciera que los libertarios de salón simularan ser unos represores.

Creo que resulta obvio, pero, por si acaso no ha quedado claro, y para disipar cualquier duda, he pretendido, y no sé sí lo he logrado, que este escrito rebose sarcasmo por todos lados.

 


viernes, 28 de mayo de 2021

Patria

 


Quizás la palabra que más me solivianta es la que da nombre a este escrito: Patria, así, escrita con mayúscula.

En realidad, no es por la palabra en sí, ni por su significado en ninguna de las dos acepciones recogidas en el Diccionario de la R.A.E.

El motivo de la malquerencia es el uso bastardo del vocablo que todos los desalmados hacen de él.

Con la excusa de salvarla (¿Salvarla de quién?), los dictadores más sanguinarios no dudan en levantarse en armas para masacrar el orden constitucional, y a los ciudadanos que defienden la legalidad.

Pretextando peligros inexistentes, gobiernos que defienden intereses oscuros e inconfesables no dudan en llevar a esa Patria, y, por ende, a sus ciudadanos, a guerras que sólo traen miseria, dolor, y muerte a personas inocentes de los países que son arrastrados a esa sinrazón. En tanto que, los que se lucran de la situación se encuentran a salvo en lugares seguros, amasando los beneficios que les reporta el conflicto.

Mientras que a delincuentes sociales se les llena la boca de Patria y patriotismo, esquilman las arcas del Estado, robando, malversando, y llevando a paraísos fiscales su patrimonio, no contribuyendo con sus aportaciones fiscales a mejorar esa Patria que tanto dicen amar.

Alegando invasiones imaginarias, los miserables fomentan el odio y la xenofobia en un pueblo ignorante que ha olvidado con increíble velocidad y facilidad que hace muy pocos años éramos nosotros mismos los que “invadíamos” otros países huyendo del hambre y la miseria.

En nombre de una supuesta seguridad ciudadana, se criminaliza a niños, cuyo único delito es haber nacido en el lado equivocado de la raya (frontera), y haber creído en la publicidad consumista que presenta a los países occidentales como un paraíso donde todos los bienes están al alcance de la mano. Desconocen, porque nadie se lo ha dicho, que, si proceden del llamado tercer mundo, en su mayoría acabarán en un cuarto mundo, más cruel, si cabe, que el tercero, donde, además de pobreza y desolación, será más patente la desigualdad social.

Aquí quiero hacer un paréntesis aclaratorio: no por su condición de emigrantes, o por ser menores no acompañados, son todos santos, pero tampoco son todos delincuentes, e, incluso, alguno de los que no lo eran al llegar, pueden convertirse en uno de ellos por falta de oportunidades. La pregunta es ¿En qué colectivo no los hay?, ¿Es qué entre los “hijos de la Patria”, además de personas honradas, no hay delincuentes de todo tipo, incluidos los de cuello blanco?

Por último, no hay que descartar un posible “efecto llamada” motivado por el ejemplo de un dirigente de la extrema derecha, que gozar de una vida de lujo sin haber trabajado ni un solo día en toda su vida, y que, dado su constante exhibicionismo, haga creer a los emigrantes que es un caso habitual y no un ejemplo de parasitismo social.