Sinceramente, todo el llamado proceso
catalán presenta, para mi, misterios insondables. Procuro buscarles una lógica
y, cuanto más pienso en ello, menos lo comprendo. Pasemos a referir algunos de
ellos.
¿Qué razones tenía el PP para impugnar
algunos artículos del Estatut y enviarlos al Tribunal Constitucional, cuando en
otros estatutos autonómicos una copia literal de los citados artículos fueron
aprobados sin ninguna modificación o reserva? ¿Querían exacerbar los ánimos ya
que cuando se presentó el Estatut había sido aprobado en el Parlament de
Catalunya?
Estando transferidas las competencias en
Educación, ¿Por qué varios artículos de la LOMCE violan las competencias de las
CC.AA.? Con los ánimos ya exaltados ¿Era necesaria la frase de Wert de
españolizar a los niños catalanes?
Si Catalunya es España ¿Cuál es la razón para
que en el debate político en televisión actúe el Ministro de Exteriores? Si lo consideran
territorio español ¿No sería más coherente que en el debate no hubiese ningún
miembro del gobierno Central ya que el oponente no tiene ningún cargo
institucional (por ahora)? Pero, en todo caso, y se quisiera dar un ejemplo de
diálogo ¿No sería más consecuente que al citado debate asistiese por parte del
gobierno alguien responsable de la administración de las autonomías?
Pero no sólo es el Gobierno Central el
que presenta cuestiones de dudoso encaje con mi pobre discernimiento. Vamos a
poner algunos ejemplos ¿Cuál es la razón de que el Sr. Mas vaya en cuarto lugar
en la lista, si los tres primeros no van a formar parte del Govern? ¿Piensan
que el electorado es estúpido y van a votar porque aparezca un cabeza de lista más
o menos carismático pero que solo está para poner la cara?
Otra cosa que no es comprensible es que
el senyor Mas diga que no se puede echar a siete millones (la cifra es otro
asunto) de la UE, pero “olvida“ mencionar que hay una norma expresa que
advierte que cualquier territorio que se independizase de un país miembro
quedaría automáticamente fuera de la UE. Ya sabemos que en el plano internacional
cuenta muy poco, pero ¿Piensa alguien que Francia y, sobre todo Italia, con
tensiones más o menos agudas permitirían que se obviase esa norma?
¿Se puede pensar que un estado es
factible con, aproximadamente, la mitad de sus pobladores extranjeros? Al menos
en las encuestas, los partidarios de la independencia son aproximadamente la
mitad de los residentes de Catalunya, el resto, con algunas diferencias de
criterio, se decantan por la situación de permanecer dentro del estado español,
con más o menos cambios., por tanto, debemos suponer que quieren ser españoles,
y a estos se deben sumar a los que en la actualidad son extranjeros.
Recordemos que la Constitución Española, en su Título I artículo 10 apartado 1,
dice textualmente: “Ningún
español de origen podrá ser privado de su nacionalidad”. Es decir, que en esa
hipotética nación catalana todos los catalanes que se manifestasen a favor de
la independencia y lo desearan, podrían libremente adoptar la nacionalidad
catalana y renunciar a la española; pero quienes no expresasen su voluntad en
contra, seguirían siendo españoles. En resumen: un país con la mitad de
extranjeros.
Como colofón, he sentido
vergüenza ajena que mi Presidente del Gobierno (no le voté, pero es el que
tengo que aceptar democráticamente), ese que presume de amar y defender la
Constitución, mostrase su bajo nivel intelectual al tener que responder a un
periodista profesional que le hizo las preguntas que cualquier profesional de la
información, debería haberle hecho hace ya demasiado tiempo.
Publicado en El Periscopi el 25 09 2015