Reiteradamente, aunque haya gente que no
quiera aceptarlo, nuestro bienamado Presidente, el Sr. Rajoy, ha demostrado ser
un ferviente defensor de las ideas marxistas, y no duda, a pesar de la
incomprensión de muchos de los ciudadanos, en llevarlas a la práctica.
Pongamos algunos ejemplos, relacionados
con sus posiciones con respecto a las recientes elecciones celebradas en
Catalunya.
Después de unas elecciones municipales y autonómicas
en las que el PP, aún siendo el partido con mayor número de votos directos, fue
desalojado de numerosas instituciones por acuerdos políticos de diversos
partidos y coaliciones, clamó al cielo, dudó de la legitimidad democrática e,
incluso, habló de cambiar la ley
electoral para que gobernase el más votado. Pero, unos días antes de las
votaciones en Catalunya, aparece el convencimiento marxista del Sr. Rajoy y
aboga por una gran coalición de los partidos que no apoyaban el indendentismo
en el supuesto caso que Junts no alcanzase la mayoría suficiente para gobernar.
Otro ejemplo, en este caso compartido con
el Sr. Sánchez, es que ambos juraban por todos los dioses, y así lo mantuvieron
hasta casi momentos de empezar las votaciones, que iban a celebrarse unas
elecciones autonómicas, y que, en ningún caso, se podrían considerar un
plebiscito. Pero el espíritu del Sr Marx aparece de nuevo y, conforme van
apareciendo los resultados, parece que lo importante no es el número de escaños
que se han conseguido, sino el número de votos, exactamente lo que caracteriza a
un plebiscito.
Casualmente, la postura del Sr. Más y del
Sr. Junqueras era exactamente la contraria, es decir, que las elecciones serían
plebiscitarias. En este caso, su marxismo se demostró, cuando las encuestas,
todas las encuestas, daban que obtendrían una amplia mayoría en votos pero no
en escaños.
Estoy convencido que el Sr. Marx, D.
Groucho, jamás llegó a imaginar que su mítica frase: “Estos son mis principios,
y si no les gustan los cambio por otros” tendría tantos seguidores entre la clase política de este país hasta ahora llamado
España.
Publicado en El Periscopi el 02 10 2015