Con motivo
del reciente fallecimiento de Ray Bradbury, he estado releyendo Fahrenheit 451
y no he podido menos que llegar a la evidente conclusión: Al poder le molestan
los libros. Eso viene de antiguo, pero lo novedoso de este libro es que los que
tienen que prender fuego a los libros son: los bomberos, los que teóricamente
deben combatir y prevenir el fuego.
Como se ha
dicho siempre: la realidad copia del arte y quizás en un homenaje inconsciente,
nuestro President, que está en el proceso de erradicar cualquier atisbo de política o
acción para la Igualdad de Género no parece dudar en desprenderse de cualquier
libro que hable del tema.
Una de las bibliotecas
más completas en la materia en nuestra Comunidad es la del Institut de la Dona.
No la destruirá en una pira, ya que sería demasiado significativo. La ofrece a
la Universitat de les Illes Balears y
sus “personas libro”.
Para ello en similitud con la ya citada obra,
encarga de la misión de desprenderse de cualquier vestigio feminista a las/o
gestores/as de L’Institut de la Dona.
Publicado en El Periscopi el13-07-2012
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